El destacado artista es un ejemplo de la frase detrás de un gran hombre, hay una gran mujer, ya que en su esposa, Guillermina Cruz, halla a su pareja ideal
Siempre se ha dicho que “detrás de un gran hombre hay una gran mujer” y esto queda como “anillo al dedo” a la pareja que conforman desde hace 20 años el maestro Emilio Vera Granados, que por cierto el próximo 23 de agosto cumplirá 100 años, y Guillermina Cruz de Vera, quien con gran cariño y admiración cuida y protege cada uno de los pasos y movimientos del considerado un ícono del grabado y del dibujo en Yucatán.
Guillermina recordó que su esposo tuvo un primer matrimonio en el que procreó 6 hijas, y al enviudar, al igual que ella, la vida le dio la oportunidad de conocerse gracias a historiador José Escalante, quien fue quien los presentó y de allí se dio “el flechazo”.
—Desde mucho antes, me sentía muy atraída por las artes, vivía en México y me gustaba visitar las galerías y los museos, así es que cuando conocí al maestro, sentí mucha admiración por su trabajo y trayectoria, amo lo que hace, me gusta y me motiva a aprender más —dijo Vera Granados, como le gusta que le llamen y quien actualmente ha tomado como hobby la pintura.
Sin duda que ambos sienten la misma pasión por las artes, y en el caso del maestro Vera Granados, quien dio clases durante más de 45 años en la escuela de Bellas Artes en Mérida, esa inquietud nació cuando apenas era un niño y un tío lo llevó a ver una exposición. El vivía en el barrio de Santa Ana, pero sus papás eran originarios de Oxkutzcab, así es que seguido viajaba y es cuando sintió el deseo de dibujar tanto con el tema de la naturaleza como con el de la cultura maya.
Cuando visitó Mérida el general Lázaro Cárdenas ofreció pagar dos becas para estudiar a México y una fue para el maestro Emilio, quien estuvo tres años en la Escuela del Libro, hoy Escuela Nacional de las Artes Gráficas. A su regreso y después de aprender las más modernas técnicas del arte del Grabado, regresó para dar clases en la Escuela de Bellas Artes, donde estuvo por más de 45 años.
Fueron sus alumnos artistas de la talla de Manuel Lizama y la escultora y arquitecta Gladys Díaz Negrón quien nos acompañó durante la visita que realizamos al hogar del maestro y su amada Guillermina, en la que constatamos que a pesar de que en la actualidad tiene problemas de audición, se mantiene muy bien de salud, y principalmente conserva su buen humor que siempre lo ha caracterizado.
Al respecto, la arquitecta Gladys, recordó que era una niña cuando tomaba clases de dibujo con el maestro Vera Granados. En su salón se formaba un ambiente muy agradable, con pláticas amenas, con mucha convivencia y camaradería que hacían que las dos o tres horas se fueran muy rápido.
Entonces Bellas Artes estaba en la Calle 59, en el local que hoy ocupa la Secretaría de Fomento Económico y del Trabajo, y era tan pequeño el espacio que estaban muy cerca los que tocaban violín, los de la clase de ballet, y todos desfilaban en el salón del maestro quien siempre tenía una anécdota para contar o una fotografía para enseñar”, recordó la también escultora quien destacó que las fotos las tomaba en los viajes que con sus alumnos realizaba para visitar las ruinas y el campo, esto a fin de hacer sus dibujos y sus grabados.

Cabe destacar que en aquellos tiempos en los que no había fotografías, el maestro Vera Granados, era quien se encargaba de hacer los dibujos y las ilustraciones que aparecían en los periódicos, las campañas publicitarias y hasta en los carteles de los programas de las fiestas de los pueblos y las alegorías de los carnavales.
Por su carrera de 8 décadas, el maestro ha recibido numerosos reconocimientos entre los que se destacan la Medalla Eligio Ancona, que le otorgó el Gobierno del Estado y la medalla al Mérito Ignacio M. Altamirano que recibió de manos del presidente de México, Miguel de la Madrid Hurtado, dijo orgullosa Guillermina, quien nos adelantó una gran noticia:
Con motivo de los festejos alusivos al centenario de vida del maestro Emilio Vera Granados sus compañeros y amigos planean una serie de actividades para homenajearlo con dos exposiciones una organizada por la arquitecta Díaz Negrón y una más que prepara el maestro Manuel May Tilán en el marco de la Filey y para el miércoles 25 esta programada una misa de acción de gracias, organizada por su esposa, de quien es admirable la manera tan dulce con la que mima al maestro Vera, a quien trata con el mismo cuidado y cariño que se le da a un niño o un bebé.
Texto y fotos: Manuel Pool