Con la licenciatura en Agroecología que se imparte en la Universidad Autónoma de Yucatán, el coordinador Héctor Estrada Medina, declaró que se busca que los egresados combinen lo que realiza la milpa tradicional con el refuerzo de las nuevas metodologías, ya no es como antes que llegaba un agrónomo y quería imponer su estilo.
En Charla Con explicó que se basa en un principio fundamental tratar de sistematizar la información, es primordial del conocimiento local, los milperos han practicado la agricultura y tienen el conocimiento que nutre las nuevas técnicas y exigencias que se piden como es reducir las emisiones de carbono, fortalecer a la fauna nativa, así como a reducir la quema en lo que sea posible.
El método de la tumba, roza y quema permite a los milperos que la ceniza sirva de abono para la tierra, pero el uso del fuego para la agricultura es responsable de un importante número de incendios forestales. Resultado de ello, el suelo de la selva se degrada y numerosas especies típicas de la vegetación madura son incapaces de sobrevivir bajo un régimen de incendios constantes.
Explicó que las jornadas agroecológicas que consisten conferencias este evento se realiza con el objetivo de discutir y difundir las prácticas agroecológicas y su relación con los saberes locales y la ciencia.
-¿La milpa tradicional no está obsoleta?
“Los saberes locales son conocimientos y técnicas transmitidos de generación en generación por las comunidades campesinas. Estos saberes han sido desarrollados a lo largo del tiempo para adaptarse a las condiciones específicas de cada territorio, y su valor radica en que han demostrado ser eficaces y sostenibles en la producción de alimentos. La agroecología reconoce la importancia de estos saberes y los integra en sus prácticas, enriqueciéndolas y haciendo posible una producción de alimentos más justa y sostenible”.
-¿Con el cambio climático importante buscar la sostenibilidad?
“La ciencia moderna también es un impulso para la agroecología, a través de investigaciones científicas se han desarrollado prácticas agroecológicas que han demostrado ser eficaces y sostenibles, además, la ciencia puede contribuir a mejorar los saberes locales, a través de la validación de prácticas tradicionales y la generación de nuevos conocimientos que permitan una producción de alimentos más sostenible y eficiente.
-¿Hay pocos jóvenes en el campo y esto es preocupante porque en el campo se obtienen los alimentos?
“Los milperos tienen entre los 35 a 60 años y que se deben a que las nuevas generaciones lo consideran que no es buen negocio. Los jóvenes perciben que la agricultura no es buen negocio y tienen razón ya que el maíz a los productores se los pagan a cinco pesos el kilogramo, pero vas a un parque y compras un elote sancochado te cuesta 40 ó 50 pesos, no son los productores los que están ganando, los productores pueden tener un buen rendimiento y lamentablemente es cuando les pagan menos, se requieren los precios de garantía, se vincule la parte del mercado con los consumidores y este dinero es para los productores para que sea un negocio y que se queden y ya no emigren. Nosotros como consumidores debemos estar conscientes, nosotros no sembramos maíz, ¿quién de nosotros lo va a sembrar? pero si valoramos el trabajo de los agricultores, es poco porque desgraciadamente los consumidores regateamos en los alimentos, pero no en los vicios.
-¿El Gobierno Federal busca la autosuficiencia alimentaria cómo lo perciben?
“Buscan mejorar las condiciones de los milperos y tienen programas con la Sadet (Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural) y Sembrando Vida”.
-¿Los cultivos requieren fertilizantes y pesticidas, estos a la larga pueden resultar dañinos?
“Se utilizan para nutrir las plantas, pero si se abusa se puede dañar el suelo; los pesticidas están diseñados para matar, cualquiera que se utilice van a dañar a cualquier organismo del ambiente, incluso daña a nosotros, nosotros podemos morir, puede no utilizarse, por la cantidad de campesinos no sería factible enfocar a la agroecología hay muchas empresas que producen. Nosotros enseñamos a realizar fertilizantes orgánicos, los abonos de compostas, tes de hierbas, que se pueden generar con elementos que se tiene a la mano. Se ha detectado la biodiversidad de maíz, los productores que pueden trabajar mecanizados, hacen milpas, siembran híbridos se conserva la milpa se conserva se busca llevar semillas.
Promovemos infusiones, extractos de nim, de hierbas aromáticas, ajos, chiles y cebollas que nos permite combatir plagas, cuál es el asunto esto se usa para prevenir hay que estar pendiente de cómo está la situación del cultivo cuando cayó la plaga, se requiere del pesticida para no perder la cosecha”.