SUR DEL ESTADO.- Concurrida y emotiva misa en honor a los fieles difuntos se realizó en el cementerio municipal de Oxkutzcab, en donde el presbítero Saúl Abraham Che Chi dijo que “no morimos cuando dejamos de respirar sino cuando dejamos de amar”.
En la mañana del domingo 2 de noviembre se realizó la tradicional misa en honor a los fieles difuntos en el cementerio municipal de Oxkutzcab, el presbítero Saúl Abraham Che Chi expresó el mensaje: “Cada nombre, cada tumba, cada recuerdo nos habla del amor que permanece más allá del tiempo. No celebramos la ausencia, sino la certeza de que la vida no termina, sino que se transforma. Pedimos al Señor que conceda a nuestros hermanos difuntos la luz perpetua y la paz eterna, y a nosotros, la gracia de mantener viva su memoria en obras de amor, servicio y esperanza”, leyó el sacerdote.
El presbítero terminó la misa diciendo que este día sea también un recordatorio de la promesa de Cristo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá.”(Jn 11, 25). Los asistentes a la misa llevaron flores, encendieron velas y veladoras a sus familiares quienes están en el descanso eterno, y en sus casas también recordaron a sus seres queridos con el tradicional altar del Janal Pixán en la cual se ofrendaron comidas, bebidas y postres que acostumbraban las ánimas a consumir cuando estaban con vida.
Texto y fotos: Bernardino Paz




