Salvador Castell-González
El Día del Niño tiene su origen en Ginebra en el año 1924 en la carta de los derechos de los niños, celebrándose originalmente el 1 de junio. En 1959 con el surgimiento de las Naciones Unidas se cambió la fecha al 20 de noviembre con la aprobación de los derechos de los niños.
El objetivo del día del niño es recordarnos que son los niños los que más sufren las crisis y problemas del mundo, como una de las acciones realizadas por la Liga de Naciones en la Postguerra: “recordar que todos los niños tienen derecho a la salud, la educación y la protección, independientemente del lugar del mundo en el que haya nacido”.
En México “celebramos” el día del niño desde 1924 por decreto del presidente Álvaro Obregón, pero no lo celebramos el 20 de noviembre ya que no se le prestaría la atención debida al coincidir con una fecha tan importante como el aniversario de la Revolución Mexicana.
Esta semana ocurrió en Yucatán algo interesante, se veían en las redes recordatorios de esta celebración que hacían referencia al “Día del Niño y de la Niña”, “Día de las Infancias” y “Día de la niñez”. Nosotros hemos promovido mucho el utilizar lenguaje neutro e inclusivo ya que “lo que no se visibiliza, no existe”.
Pero ya hablando de inclusión, algunas corrientes filosóficas promueven el uso de la
versión masculina y femenina de los términos, aunque invisibiliza a las personas no binarias.
El uso de “día de las infancias” es parcialmente adecuado ya que infancia según la Real Academia de la Lengua Española (RAE) se define: “Primer período de la vida de la persona, comprendido entre el nacimiento y el principio de la adolescencia.”, pero para algunas profesiones el término infancia, que viene del latín infans que significa “el que no habla”, solo comprende a la primera etapa de la vida entre los 0 y 5 años.
Y finalmente el término de niñez que significa: “Primer período de la vida de la persona, comprendido entre el nacimiento y el principio de la adolescencia”. Como podemos observar tiene el mismo significado que infancia, pero sin las complicaciones gramaticales y conceptuales que tiene el término infans.
Algo que también es importante denotar es que el uso de este lenguaje inclusivo, neutro y visibilizante fue usado por varios medios e instituciones en Yucatán, más que en otros estados a los cuales realizamos una búsqueda, esta es algo que nos es gratificante, ya que denota que Yucatán es un estado que está avanzando hacia la inclusión, y que seguimos avanzando para ser una sociedad justa y sustentable.
No importa como lo digas, lo que importa es que juntos aseguremos un ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible para nuestras generaciones presentes y futuras.
Es importante que recordemos la importancia de visibilizar a todas las personas, que no nos guste o que no lo veamos no significa que no existe, y todas las personas tenemos los mismos derechos recordando que los derechos humanos son innegables, irrenunciables e intransferibles. Hagamos que las cosas sucedan.