El chocolate es sin duda el derivado más popular del cacao, pero ¿sabías que puedes consumirlo en otras presentanciones que van desde manteca, en trozos, licor o en polvo.
Trandicionalmete el cacao se utlizaba como bebida energetizante y como tónico para protegerse de las enfermedades. Su uso también era frecuente para estimular el apetito, reducir la fatiga y aumentar la resistencia física.
En la actualidad estas son las propiedades que la ciencia ha revelado del cacao.
Aporta fibra dietética: El cacao es una buena fuente de fibra dietética, tanto soluble como insoluble, por lo que resulta un buen complemento para sentirte satisfecho por más tiempo, señala el Estudio nutricional del cacao y productos derivados de la Universidad de Barcelona.
Fuente de vitaminas: Aunque tiene poco contenido de minerales, su aporte de ácido fólico sí es relevante. Y si, por ejemplo, lo consumes en forma de chocolate de leche, entonces también estarás dándole a tu cuerpo una dósis importante de vitamina A.
Efecto antioxidante: Gracias a los polifenoles que contiene se le considera un buen antioxidante, y por ello se le ha relacionado con la prevención de algunos tipos de cáncer, señala la Universidad de Barcelona, aunque resalta que todavía faltan estudios concluyentes.
Prevención cardiovascular
El Instituto de Salud Pública de la Universidad de Cambridge señala que existe una asociación benéfica entre el consumo de chocolate y la prevención de enfermedades cardiovasculares. Las personas que lo comen regularmente tienen hasta un 37% menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Mejora la función cerebral
Los polifenoles presentes en el cacao pueden reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, mejorar la función cerebral y el flujo sanguíneo, así lo dio a conocer Health Line. Además, los flavanoles influyen en la producción de óxido nítrico, que relaja los músculos de los vasos sanguíneos, mejorando el flujo sanguíneo y el suministro de sangre al cerebro.
Además, es rico en uno de los minerales con más déficit, el magnesio, y una pequeña ración de 30 g cubre con creces el hierro recomendado al día. Otros minerales, como calcio, fósforo, cobre, manganeso y, en menor medida, selenio, potasio y zinc, también están presentes.
Texto y foto: El Universal