Conspiraciones y conspiradores

Por: Roberto A. Dorantes Sáenz

Cuántas veces hemos escuchado que un mundo nos vigila, o que los teléfonos celulares o computadoras son dispositivos electrónicos e inalámbricos capaces de realizar un seguimiento de sus propietarios, y algunas empresas consideran que no es necesario ocultar sus intenciones de espiar a sus clientes.

Las redes sociales se crean y funcionan con la ayuda de los servicios secretos. Los servicios secretos utilizan gustosamente la información que los usuarios suben voluntariamente a las redes sociales cuyos directivos cooperan directamente con estos organismos, destaca “Computerra” revista rusa que da una lista de conspiraciones.

Pero te has preguntado qué tan cierto hay en todo esto, cuánto nos afecta este tipo de teorías en nuestras vidas. Veamos primero que significa conspiración. Palabra de origen latino conspiratio, el concepto de conspiración hace referencia al acto de conspirar (es decir, de aliarse contra un superior para arrebatarle el poder o contra un particular con el propósito de hacerle daño). Dicho sobre una determinada cuestión, conspiración se refiere a llegar a un mismo objetivo.

La idea de conspiración suele estar vinculada, por lo tanto, a la estrategia que tiene el propósito de quitar el poder que ostenta un sujeto. De esta manera, la conspiración abarca a un conjunto de actos llevados a cabo por distintos individuos para vencer las fuerzas del líder o soberano.

Las conspiraciones de carácter político que buscan derrocar un gobierno u otro tipo de poder se conocen con el nombre de complot.

Por otra parte, resulta interesante resaltar la existencia de conspiraciones criminales, que suponen el acuerdo entre dos o más personas para quebrantar la ley. En este caso, el perjudicado suele ser un tercer individuo o una empresa.

Cabe destacar que las teorías conspirativas son aquellas que pretenden explicar un evento ya acontecido o que está por suceder en base a supuestas circunstancias que son ocultadas a la opinión pública. Por supuesto, las teorías conspirativas son menospreciadas y negadas por quienes son acusados de esconder la verdad.

El ocultamiento de los fenómenos extraterrestres es una de las teorías conspirativas más usuales, que señala que la NASA o el gobierno estadounidense tienen pruebas de la vida en otros planetas pero las esconden por motivos políticos.

Otra teoría conspirativa indica que los atentados que tuvieron lugar el 11 de septiembre de 2001 fueron promovidos por el gobierno de George W. Bush como pretexto para comenzar el ataque bélico tanto en Afganistán como en Irak y, de este modo, fortalecer su mandato.

¿Sabías que existe un grupo secreto, con recursos económicos prácticamente ilimitados, que ha existido hace mucho tiempo, capaz de “activar” a sus miembros en cualquier estamento de la sociedad como autómatas, y que puede de manipular los eventos históricos y sociales para sus fines siniestros? No, yo tampoco.

Sin embargo, precisamente esa es la premisa no solo de incontables obras de ficción, en la literatura, la TV y el cine, sino también de un numeroso y constante flujo de teorías conspirativas que se propagan en la red. Y cuando se trata de religión ese “grupo secreto” invariablemente es la Iglesia Católica.

En lo personal me apasiona este tipo de literatura, pero la realidad de las cosas me indican otra cosa, el poder siempre va a ser motivo de conspiraciones, individuos que buscan precisamente el poder para realizar sus triquiñuelas, en todo caso los políticos son los mejores conspiradores para robarle al pueblo y que de facto se dan en las altas esferas del poder, a la hora de repartir el pastel.

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