A través del taller Semillas de Amor, jóvenes producen plantas, composta y demás productos agrícolas
La asociación “Construyendo Sonrisas” A.C. es una institución con más de 50 años de labor con personas en situación de discapacidad. Entre sus áreas de educación se encuentra el taller “Semillas de Amor”, en el cual un grupo de jóvenes produce plantas, composta y demás productos agrícolas, con un fin comercial y ecológico, y son vendidos al público en general, lo que permite la generación de una economía incluyente.
Óscar Sansores, biólogo y profesor del mencionado taller, relató que esta alternativa surgió de la preocupación de “Construyendo Sonrisas” por el futuro de los jóvenes en situación de discapacidad, a fin de que tengan alguna fuente de ingresos, lo que finalmente les ayuda a sentirse parte de la sociedad de alguna manera.
Mencionó que en la escuela ya hay 105 alumnos y en el taller son 10 los que participan trabajando en el vivero, donde aprenden sobre métodos de cultivo, transplante de macetas y el proceso para hacer composta, esto último a partir de material orgánico que recolectan con unas lombrices que fueron donadas a la asociación.
Explicó que este proceso para hacer composta se puede llevar hasta tres meses, pues primero deben pre-compostar el material orgánico, es decir, dejar que se eche a perder por un tiempo, para luego dárselo a las lombrices a fin de que se alimenten y produzcan una composta de calidad con nutrientes para las plantas como nitrógeno, fósforo y potasio.
Acompañado de su alumno, Jorge Chávez, el profesor vende las distintas macetas a precios que van desde los 15 hasta los 35 pesos en las instalaciones de la asociación, sobre la carrera periférico Kanasín-Cancún; también a través de las redes sociales de la escuela para niños con discapacidad, que igual llevan por nombre “Construyendo Sonrisas”.
Desde ayer y hasta el próximo 22 de diciembre, esta asociación estará presente en el Bazar Inclusivo que se está llevando a cabo en la terminal de ADO del Centro Histórico de Mérida. Allá los precios son los mismos y se pueden comprar macetas de suculentas, sábila, entre otras, también bolsas de composta de un kilo.
Cabe mencionar que en la escuela de la asociación, los jóvenes llevan también terapias físicas, técnicas de alimentación y rehabilitación física, entre otras, de acuerdo con las necesidades de la discapacidad que cada paciente requiera, según mencionó el profesor Óscar Sansores.
Texto y fotos: Diego Cervantes
