Convierte molino de sangre en arte simbólico y funcional

Durante la colonia en Bolivia, las monedas se acuñaban con molinos de sangre. Máquinas impulsadas por indígenas, al creer que su fuerza y resistencia era mayor a la de los burros o bueyes.

Una industria que edificó símbolos de poder, control y valor simbólico con la energía y el tiempo de los hombres. Dinero plata que a la vez delimitó territorios y definió instituciones. Monumentos de bolsillo, pues, que aún en el presente son la abstracción del trabajo humano.

Entonces las máquinas se convertían en antropófagos al transformar la carne humana en  moneda de plata. “La vida del colonizado estaba dedicada a plasmar la cara del rey en la moneda”, apunta Antonio Vega Macotela (Cd. de México, 1980), artista que investiga desde 2010 esta industria monetaria.

La historia del molino en Bolivia sirve a Vega Macotela para analizar el valor simbólico del dinero en la actualidad. Lo hace con una réplica escala 1:1 de una de estas máquinas que llevará a la exposición Documenta 14, en junio próximo.

Frente al castillo del Orangerie, en Kassel, Alemania, montará el molino que también producirá monedas. Pero en esta ocasión serán los espectadores quienes giren la manivela para dar fuerza y energía e imprimir el dinero. Construcción de un objeto para pensar sobre la abstracción de un acto: esfuerzo humano igual a valor simbólico.

Vega Macotela, quien realizó una residencia en Rijksakademie Van beeldende kunsten, Ámsterdam, participa por primera vez en Documenta, una de las mayores muestras de arte contemporáneo internacional, que se celebra desde 1955 cada cinco años.

En esta edición, la exposición con la curaduría de Adam Szymczyk, se realiza en dos sedes: Atenas (abril-julio) y Kassel (junio-septiembre) Con el título Aprender de Atenas, la muestra propone reflejar la situación actual en Europa y poner de relieve las tensiones entre el norte y el sur.

El molino de Vega Macotela producirá 25 mil monedas durante los 100 días de exposición. Llevarán en una cara la figura del molino de sangre que es la institución que la sostiene, y en la otra unos cuernos y una derivación de la palabra Téo, que en Bolivia refiere al protector de los mineros.

Estas entrarán a un sistema de producción de dinero virtual llamado Bitcoin. Entonces cada vez que alguien gire la maquinaria, el metal que genere se quedará dentro, y en un sitio de internet ex profeso se creará una criptomoneda.- Agencias

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