Empresarios de Coparmex Mérida calificaron de “ambiguo” el discurso del presidente Andrés Manuel López Orador en su toma de posesión.
En un comunicado, el organismo empresarial indicó que el tabasqueño, por un lado dio un punto final al pasado con visión de Estado, pero después abrió la puerta a que, si el pueblo decide otra cosa, actuará en consecuencia.
Recordó que el nuevo mandatario tiene seis años para hacer realidad las altas expectativas que le vendió al electorado “y solucionar de fondo los problemas que más lastiman a la sociedad, la corrupción, la impunidad y la inseguridad, entre otros”.
“Le toca ahora, representar a la institución presidencial y fortalecerla no desacreditarla. Asume hoy un mandato legítimo y absolutamente responsable de lo que a partir de hoy suceda en los ámbitos social, económico y político. No será nada fácil que las palabras solucionen problemas reales. Se necesitan políticas públicas de avanzada y largo plazo para que esto suceda y la participación de toda la sociedad, bajo un liderazgo genuino y no perverso”, agregó.
“Por un lado destroza una política económica neoliberal a todas luces mal llevada y por el otro lado pretende seguir siendo un Estado paternalista que reparta a su voluntad los recursos económicos siempre limitados”.
“Que no nos confundan, la democracia participativa no significa consultarle todo a la gente que no tiene los elementos técnicos para decidir, significa ser sensibles y escuchar las prioridades de los distintos grupos de la sociedad, pero asumiendo la responsabilidad de las decisiones de Estado. Llamar a la unidad, la participación y la concordia es la exigencia que tenemos hacia el presidente”.
Coparmex denunció que si algo caracterizó a los que se fueron es que “nunca entendieron que no entendieron”, por lo que pidieron que López Obrador tenga claro que su diagnóstico del país es impecable pero que sus propuestas de solución siguen sin generar confianza por carecer de sustento de largo plazo.
“No vemos elementos para que a partir del dicho de que primero los pobres, se marque el rumbo de una transformación del país, aunque coincidimos en la deuda social que el Estado mexicano tiene para los 60 millones de compatriotas que no recibieron las oportunidades de desarrollo, que una minoría política saqueó de este país”.
“Estamos listos para trabajar todos los días para volver a México un país competitivo y aprovechar al máximo los recursos humanos y naturales que tenemos. La política al servicio de la sociedad y como regulador de las actividades económicas, nunca por encima de las garantías individuales y del respeto absoluto al estado de derecho”, concluyó.
Texto y foto: ACOM