Lucy Castellanos produce un espacio para que niñas y niños puedan convivir y desarrollar habilidades sociales sin ser señalados
Buscando un espacio donde su hijo Rodrigo, diagnosticado con trastorno del espectro autista, pueda divertirse sin ser señalado y realizar actividad física que le permita desenvolverse y desarrollar habilidades sociales con otros niñas y niños como él, fue el motor que motivó a Lucy Castellanos a crear el “Club Activo Autismo”, pues en su búsqueda no encontró un espacio idóneo donde su pequeño pueda sentirse incluido y tratado empáticamente.
“A veces es mejor estar en un entorno donde te sientes seguro, porque sabes que todos son como tú, yo buscaba que Santiago pudiera desempeñar una actividad recreativa y su mundo no gire solo entorno a las terapias”, indicó.
El Club Activo Autismo es un proyecto que tiene apenas un par de meses de creación pero que gracias a la oferta de actividades físicas y recreativas con entrenadores especializados y capacitados para la atención de niñas y niños con el espectro autista (TEA) y con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDHA) en Mérida, ha tenido una positiva respuesta de padres de familia que buscan un espacio de convivencia y diversión para sus hijas e hijos.
“Las mamás y papás han encontrado en el club un espacio de confianza, pues muchos de ellos pasan por las mismas situaciones, se entienden y no se sienten juzgados junto con sus hijos, pues no hay preconceptos entre nosotros; no nos sorprende ver a niños con ciertas características y actitudes habituales a su comportamiento”, anotó.
Resaltó que, de la mano del licenciado en Cultura Física y Entrenamiento Deportivo, Gerardo García, han logrado explorar qué tan beneficioso es el deporte para las infancias con autismo, pues es muy común que en una clase normal no siempre logren integrarse.
“Las actividades están enfocadas a la estimulación de las habilidades motrices básicas, buscando que los niños empiecen a socializar y de esta manera ser funcionales en sus actividades diarias y con un mejor control motriz”, explicó el entrenador.
Mencionó que la empatía es parte fundamental para el trabajo con los niños y niñas con TDA Y TDHA.
“Es importante que como entrenadores entendamos que cada uno irá a su ritmo, estimulándolos y alentándolos a realizar actividades físicas se puede lograr que realice una actividad deportiva como cualquier otro niño”, puntualizó.
De igual manera el Club buscará expandir su oferta oferta recreativa, pues se encuentran buscando a personas especializadas en el trabajo con esta niñez que se sumen a la iniciativa con el fin de crear grupos de música, baile y otras actividades culturales que sumen a su desarrollo y esparcimiento.
“Es un proyecto novedoso que esperemos que se pueda replicar en otras partes del país, nosotros estamos dispuestos a compartir nuestra experiencia de trabajo para que existan más espacios donde nuestros niños puedan sentirse cómodos”, añadió su fundadora.
Recordaron que cualquier niña o niño diagnosticado con TEA o TDAH, de entre 4 a 10 años, puede sumarse al club activo autista. Actualmente se dan clases los miércoles y jueves de 6 de la tarde y 7 de la noche.
Si usted desea saber más información sobre el Club Activo Autismo puede encontrarlos mediante su cuenta de Instagram @Clubactiviautismo.
Texto: Andrea Segura
Fotos: Cortesía
