Crece el número de niños explotados en la capital yucateca

Por Acom

EL NÚMERO DE MENORES DE EDAD que trabajan en diversas actividades en el Centro Histórico va en aumento, sostuvo Carlos Moreno Medina, integrante de la Red Protégeme, A.C.

“Es vergonzoso porque los niños son explotados y utilizados y a nadie le importa y nadie hace nada para detener esta situación que vulnera los derechos humanos de los infantes”, comentó.

Moreno Medina, profesionista, titulado en Trabajo Social, integrante de la ONG, Protégeme, A.C., que se dedica a atender condiciones de vulnerabilidad en infancia, detalló que el problema es alarmante y que unos 300 niños trabajan de manera abierta en las calles del Centro Histórico de Mérida y no hay nadie que modifique o intervenga para detener este problema.

Se estima que en Yucatán hay poco más de 55 mil niños que trabajan, muchos de ellos en comunidades rurales, pero es visible que a las puertas de los edificios públicos, centros comerciales, iglesias y parques, hasta altas horas de la madrugada se vean a infantes de 10 y 11 años vendiendo flores, chicles, hasta cigarrillos y dulces.

Es preciso decir, recalcó, que hay leyes suficientes que comprometen a las autoridades de los tres niveles de gobierno a intervenir y darle protección a estos menores, pero nadie hace nada.

“Los problemas se acentúan cuando la autoridad está más interesada en eventos políticos y sociales y no en las condiciones en las que viven decenas de niños en las calles de Mérida. Hemos acudido a las autoridades para señalar estos problemas, hemos insistido públicamente en señalar a autoridades por el tráfico de menores y la trata de infantes”, pero no pasa nada.

“Hemos denunciado, realizado foros, hemos documentado con reportes de los problemas, sitios donde sucede, mecanismos en los que se cubren y no pasa nada. A la autoridad no le impacta esta situación. No estamos pidiendo redadas, mucho menos sanciones para los menores, repuso, estamos exigiendo la corresponsabilidad de las autoridades, de la Iniciativa Privada, de la sociedad para atender este problema”  agregó.

“Son niños indefensos que desconocen la ley, que muchos no saben leer ni escribir y deben de ser atendidos y cuidados por el Estado para garantizar y preservar su seguridad, pero al parecer todos son oídos sordos”, reclamó.

Repuso que en la organización en la que trabaja ha atendido unos 230 casos de niños que han acudido por distintas problemáticas de abuso y violencia, pero los recursos no son suficientes y no se dispone de las instalaciones para un albergue.

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