La Policía israelí usó ayer por primera vez cañones de agua pestilente contra manifestantes antireforma judicial en Jerusalén, mientras crecía el malestar y seguían las protestas tras aprobarse una ley clave de este polémico plan.
Tras la aprobación ayer de la primera norma del paquete de leyes de la reforma judicial, que anula la capacidad del Tribunal Supremo para revisar o revocar decisiones del Gobierno en base a si eran razonables o no, los movimientos de protesta siguieron a pie de calle en torno al Parlamento en Jerusalén y otros puntos de la urbe, y convocaron también más movilizaciones por el resto del país.
Ante gritos de “vergüenza” o consignas de “democracia o rebelión” o “no nos rendiremos”, miles de congregados siguieron protestando en la Ciudad Santa, y se mantuvieron también cortando carreteras como parte de sus acciones de desobediencia civil ya usuales.
En uno de estos puntos, las fuerzas policiales lanzaron agua pestilente para dispersar a los congregados, según presenció EFE.
Desde hace meses y la mañana de ayer, el uso de cañones de agua por parte de la Policía contra manifestantes ha sido común. Esta tarde también se lanzó agua contra fotoperiodistas, y a su vez por primera vez se usó el agua pestilente contra los manifestantes.
“Después de que se aprobara hoy esta ley, siento que estoy perdiendo mi país”, dijo a EFE Raz Weiss, israelí de 23 años que seguía protestando la tarde de ayer y aseguraba sentirse “preocupado y angustiado” ante la deriva de Israel.
Tras la aprobación ayer de uno de los pilares de la reforma judicial impulsada por su Ejecutivo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, instó a la oposición a dialogar para “llegar a acuerdos” sobre otros aspectos de la reforma que aún no han sido sometidos a votación.
Texto y foto: Efe