La extensión de hielo marino en la zona este invierno alcanza su punto más bajo desde que hay registros satelitales
La biodiversidad está pagando el precio de la inconsciencia de parte de los seres humanos. Un ejemplo claro de esto lo dio a conocer la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la cual advirtió que, de seguir al actual ritmo de calentamiento, el pingüino emperador estará casi extinto a finales de siglo.
¿Por qué? Debido a la ausencia de hielo en los lugares de cría mucho antes de que los polluelos hubieran desarrollado sus plumas impermeables. Esto habría producido la muerte de todos los polluelos de 4 de las 5 colonias de pingüinos emperador conocidas, según la Encuesta Antártica Británica.
“La caída del hielo marino antártico este año ha sido espectacular. Lo que ocurre en la Antártica y el Ártico afecta a todo el planeta”, declaró, Omar Baddour, jefe de vigilancia climática de la OMM. Hay una creciente preocupación por los rápidos cambios en la criósfera: deshielo marino, capas de hielo y glaciares”, sostuvo el especialista.
El peor invierno
La extensión de hielo marino en la Antártica este invierno alcanzó su punto más bajo desde que hay registros satelitales. “Se trata de un acontecimiento extremo extraordinario”, advirtió el Instituto Meteorológico de Dinamarca.
Según los datos preliminares del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo (Nsidc) de Estados Unidos, la extensión máxima se mantuvo por debajo de los 17 millones de km2 por primera vez desde 1979.
Se trata de un millón de km2 por debajo del anterior mínimo histórico de 2022, una superficie mayor que el tamaño de Egipto. Esta ausencia de hielo se asocia a la temperatura inusualmente cálida en la superficie del Océano Austral, así como también un calor fuera de lo común en el aire antártico.
Decae el regulador climático
La enorme extensión de hielo glaciar de la Antártica y la capa de hielo marino que la rodea son fundamentales para regular el clima, porque reflejan la energía solar hacia la atmósfera y el espacio.
En cambio, la superficie oscura del océano absorbe la mayor parte de la energía solar. Por lo tanto, menos hielo marino contribuye a aumentar las temperaturas, alimentando así un círculo vicioso (retroalimentación positiva).
“El déficit de hielo marino en la Antártida tiene repercusiones directas sobre el clima y los ecosistemas, tanto cercanos como lejanos, e incluso, en latitudes más bajas, donde vive la mayor parte de la población”, dijo Petra Heil, experta de la División Antártica de Australia.
Texto y foto: Agencias