En el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) sólo se escucha una voz, la de su directora, María Elena Álvarez-Buylla, a pesar de que existen órganos colegiados que también deben incidir en la política científica del país.
Al menos eso ha sucedido desde que Álvarez-Buylla asumió las riendas del Consejo, el 1 de diciembre pasado, debido a que ha tomado decisiones unipersonales que violan la ley.
En los últimos meses, la doctora Álvarez-Buylla ha implementado recortes, adecuaciones presupuestales a programas, modificaciones a fondos, nombramientos de directores adjuntos, aperturas de nuevos fideicomisos, todo ello sin la autorización de la Junta de Gobierno del Conacyt, contrario a lo que marca la Ley Orgánica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Aunque la directora fue designada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la única instancia que tiene la facultad de hacer cambios en Conacyt es la Junta de Gobierno. Perodesde que llegó la doctora no se ha celebrado ninguna sesión con ellos. Una de las atribuciones de la Junta de Gobierno es: “Aprobar la constitución”.
Texto y foto: El Universal




