La perfección en casa del Cruz Azul sigue vigente, pero ya no con la facilidad y tranquilidad del principio. La “Máquina” sigue con su paso imbatido y con puras victorias, incluida la de ayer sábado por 2-1 frente a Monterrey, en uno de los encuentros que más se le complicaron con todo y que jugaron contra 10 rivales más de una hora del cotejo.
El cuadro celeste empieza a mostrar algunas carencias con el paso de las jornadas y cada vez son más notables, también por el estudio de los rivales que no caen fácilmente ante los líderes de la clasificación.
Monterrey soñó con la victoria y puso la cara, pero terminó por regresar a casa con las manos vacías.
Este sábado, frente a su gente, Cruz Azul sufrió de más para vencer a unos Rayados entregados y de puro corazón, que no bajaron los brazos a pesar de tener un hombre menos desde el minuto 24 tras una expulsión de Rogelio Funes Mori por propinar un codazo a Iván Marcone. Decisión controversial de Fernando Hernández que condicionó el cotejo desde ese momento.
Con 15 minutos en el reloj, César Montes aprovechó sus 1.91 metros de altura para elevarse y con un cabezazo vencer a Jesús Corona para el 0-1. Dicha anotación fue la segunda que los Cementeros reciben en el
Azteca en lo que va del torneo, el primero fue en la octava jornada con Veracruz.
La roja cambió por completo los papeles en el encuentro. Rayados se adelantó con un gol de César Montes, pero de inmediato sufrió por su lesión que lo dejó fuera de la batalla. Pisó mal en la caída tras rematar de cabeza y abandonó el campo. Simplemente no era el día para ganar.
Apenas unos minutos después, Elías Hernández cobró un penalti para igualar los cartones con todo y los nulos ataques previos de La Máquina. El futbol es caprichoso muchas veces y lo fue en esta ocasión para los regios, que llegaron a proponer al Azteca, pero sucumbieron ante las circunstancias vividas.
Frente a 10, de cualquier modo, La Máquina sufrió para llegar al arco de Barovero. La solvencia al ataque del inicio de torneo no se presentó en esta ocasión y en buena parte se debió al esquema defensivo de
Rayados, que pensó que era mejor defenderse con todas sus armas y después intentar algún despliegue que terminara del otro lado del campo.
La Máquina aprovechó las circunstancias una vez más en el Azteca y se llevó otros tres puntos para seguir su paso perfecto con destino a la Liguilla.
Texto Y fotos: agencias