Cuando murió el cómic parte I

Kinécarus Apreciación Cinematográfica
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Hoy or hoy los superhéroes son una industria millonaria que genera miles de millones de dólares en ventas de boletos de cine, licencias y mercancía diversa; sin embargo, la historia puede ocurrir de una manera muy diferente ya que durante los 50’s un psiquiatra alemán llamado Fredric Wertham estuvo muy cerca de destruir a la industria del cómic, sus ideas generaron tal revuelo que muchas personas organizaron quema masiva de ejemplares y forzaron a las grandes compañías como Marvel y DC a implementar muchos cambios en sus historias alterando la esencia de algunos personajes, introduciendo a la fuerza a otros e imponiendo una época de censura que duró muchos años, lo peor es que décadas después de su muerte se descubrió que gran parte de su hipótesis era falsa.

A finales de los 40’s los cómics, particularmente los de superhéroes, comenzaron a ser populares entre los niños estadounidenses debido a que representaban un entretenimiento barato al cual podían acceder. Cuando la guerra terminó la popularidad de los cómics de superhéroes cayó dramáticamente, pero otro tipo de cómics empezaron a sustituirlos, cémics que tenían temática adulta con monstruos, vampiros y zombis, allí es dónde el Dr. Fredric se interesó en el tema y se propuso realizar una investigación que pretendía identificar cuál era el vínculo entre la delincuencia juvenil y los cómics.

Dichos estudios fueron publicados en el libro “La seducción de los inocentes”; en dicho libro el psiquiatra mencionaba que dichos cómics tenían un impacto negativo en la moralidad de los niños y jóvenes, y que su continua lectura podría convertirlos en delincuentes juveniles. Dentro de sus comentarios hacia los cómics por un lado decía que Superman representaba las fantasías del placer sádico y que Batman era homosexual reprimido viviendo junto con su compañero Robin, y finalmente que la Mujer Maravilla era una mujer lesbiana con subtextos sadomasoquistas (por tener el látigo de la verdad).

Este libro profundamente retrógrada para su tiempo, alimentó a las mentes igualmente retrógradas de ese momento y generó tal escándalo y crítica sin sentido a las historietas que un comité de estados unidos llamó a las empresas a crear un organismo llamado la Comic Code Autority; dicha empresa se encargaría de regular y censurar los cómics para que pudieran presentar historias idóneas para la niñez de ese entonces, entre sus normas se estableció que las historias no podrían mostrar a gobiernos corruptos, a un criminal ganando o simplemente imágenes que pudieran sugerir violencia.

Estas regulaciones cambiaron dramáticamente la industria, por un lado la empresa Entertainment Comics tuvo que cerrar ya que la mayoría de sus títulos involucraban temática de horror y terror, y DC Comics tuvo que cambiar las historias de Superman, Batman y la Mujer Maravilla. En el caso del hombre de acero tuvieron que hacer sus historias más cómicas e infantiles y con Batman tuvieron que quitar todo lo relacionado a Robin y crear a un personaje mucho más infantil y “heterosexual”.

Todas estas restricciones continuaron hasta que hubo un hombre que cambió lo previamente establecido con un cómic, su nombre era Stan Lee, pero sabremos cómo finaliza esta historia la siguiente semana.