La comunidad del banco de tiempo en Mérida celebró ayer domingo su cuarto aniversario, y para festejarlo en grande organizó un evento en el que, desde el mediodía y durante cinco horas, se instaló una mesa de trueque alrededor de la cual se organizaron diversas actividades, como el reciclaje creativo para niños, la fabricación de bolsas ecológicas a partir de camisetas viejas, cuenta cuentos, además de que los asistentes llevaron comida que compartieron.
Para disfrutar de la comida “de traje”, se exhortó a los integrantes de esta comunidad a que llevaran sus platos y vasos, para favorecer la cultura del cuidado al medio ambiente, y con la misma petición de responsabilidad se ofreció el uso de la piscina del local sede del encuentro, la Casa Catalá, ubicada en la García Ginerés.
Importante es señalar que los integrantes de esta comunidad, que pidieron no ser mencionados de manera individual, están dispuestos a dar, recibir y compartir sin ánimo de lucro sus habilidades, conocimientos y servicios, teniendo como base para el intercambio la confianza en las otras personas.
“Trae lo que te sobra en casa y llévate lo que te interese”, decía la invitación que los organizadores del evento hicieron a través de las redes sociales en las que se informaron detalles del programa, que incluyó rumba y sin jarocho, la actuación de percusionistas y la realización de un conversatorio sobre economía social solidaria, que es el modelo que se fomenta con este tipo de acciones basadas en el intercambio de iguales con el mismo valor.
De esta manera los participantes ejercen con responsabilidad y autonomía sus capacidades, de modo que es posible encontrar a un maestro de guitarra, de arte o deportes al que se le pueden pagar sus servicios con algún objeto que ya no se requiera en el hogar.
Para ser parte de la comunidad se requiere firmar una carta de acuerdos, además de acudir a una entrevista presencial en la que se especifica lo que se oferta y demanda para posteriormente ser dado de alta en la plataforma y contar de manera inicial con cinco horas para ofertar sus productos o servicios como las clases de reciclado, que tienen mucha aceptación.
