Israel Encalada tiene su primer escuela de jiu jitsu, de nombre Genki Jaguares de Miraflores
Hace unos seis o siete años, Israel Encalada Várguez, junto con su compañero de clase del arte marcial jiu jitsu brasileño y tradicional, Juan Manuel Barceló, hicieron la promesa de que abrirían una academia y los dos lo cumplieron: Israel inauguró la suya, de nombre “Genki Jaguares de Miraflores” hace unas semanas, y Juan también, pero en Izamal.
En entrevista para Peninsular Punto Medio, Encalada Várguez indicó que comenzó su escuela con ocho personas y está muy ilusionado, pues han sido 11 años de mantenerse en este arte marcial para alcanzar las cintas para poder dar clases.
Explicó que el jiu jitsu es un arte marcial que abarca una variedad amplia de sistemas de combate modernos basados en la defensa sin armas de uno o más agresores tanto armados como desarmados.
Las técnicas básicas incluyen principalmente luxaciones, puñetazos, patadas, rodillazos, esquivas, empujones, proyecciones, derribos, y estrangulamientos. Estas técnicas se originan en métodos de batalla de los bushi (guerreros japoneses clásicos), para hacer frente a otros guerreros samuráis con armadura (de ahí su énfasis en atacar con luxaciones, lanzamientos y estrangulaciones, más que fomentar el uso de golpes y patadas) sus diferentes apartados técnicos se han desarrollado a lo largo de cerca de dos milenios.
Refirió que el arte marcial viene de la dinastía Rigan Machado y donde el yucateco Ricardo Villa Medina se convirtió en el primero en alcanzar el máximo grado en México. Otro ejemplo claro de los buenos exponentes yucatecos es Juan May, quien es multicampeón regional con 20 años de trayectoria.
Señaló que es un arte marcial similar al judo y que fue el que más le gustó, ya que también hay otras artes marciales como el karate y king boxing.
“Esto te permite tener un panorama más amplio, pero a la vez también te distrae de alcanzar un solo objetivo y eso hace que avances más lento”, expresó.
Recordó que su primo Eduardo Cabrera lo invitó para que lo practiquen, ya que él entrenaba en una academia ubicada en la colonia Melchor Ocampo, escuela que estaba bajo la dirección de Juan May.
Dijo que tenía la sensación que era volátil ya que había practicado dos artes marciales que no lo convencían y no muy animado fue, pero le gustó y cuando se dio cuenta pasaba el tiempo y seguía escalando.
“En karate llegó hasta la cinta roja, en cambio en jiu jitsu se mantenía, solía dejarlo por meses, pero luego lo retomaba hasta que, finalmente, en un entrenamiento con Barceló dijeron que se motivarían para poner sus dojos (así se le llama a sus academias) y ambos lo lograron”, recalcó.
Practicar un arte marcial ayuda al fortalecimiento emocional, aprendes a defenderte, en situaciones adversas, además que haces ejercicio.
Recordó que en una ocasión le sirvió para prevenir un robo en un comercio donde trabajaba, ya que el ladrón con una navaja los amenazó y por la adrenalina lo enfrentó, aunque se recomienda no hacerlo.
“Con el arte marcial aprendes a utilizar palos, por ejemplo, la escoba. También aprendes a tratar la situación, pero en ocasiones por el temple de acero y la seguridad que logras te arriesgas y vas contra el delincuente”, dijo.
Lo más recomendable es no oponerse, ya que el sujeto tiene un arma letal.
“Incluso en el comercio que trabajaba casi querían que pague los destrozos que se causaron”, bromeó.
La mensualidad para los entrenamientos es de 200 pesos y para mayores informes pueden hablar al celular 9999 91 59 79.
Texto y fotos: Darwin Ail / Cortesía