El estadounidense James P. Allison y el japonés Tasuku Honjo son premiados “por su descubrimiento de una terapia contra el cáncer mediante la inhibición de la regulación inmunonegativa”, declara la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo
El estadounidense James P. Allison y el japonés Tasuku Honjo fueron galardonados con el Premio Nobel de Medicina 2018 por sus trabajos que revolucionaron el tratamiento del cáncer, anunció ayer lunes el jurado.
Los dos científicos fueron premiados “por su descubrimiento de una terapia contra el cáncer mediante la inhibición de la regulación inmunonegativa”, declaró la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo.
La terapia inhibe las proteínas generadas por algunas células inmunitarias, así como algunas células cancerígenas.
Las proteínas pueden evitar que las defensas naturales del cuerpo maten las células cancerígenas. El objetivo de la terapia es permitir que el sistema inmunitario actúe más rápido para combatir el cáncer.
Otros investigadores habían descubierto esa propiedad de la CTLA-4 y aplicado el mecanismo en enfermedades autoinmunes, pero Alisson tenía una idea diferente.
Tras descubrir un anticuerpo que podía unir a esa proteína e inhibir su función, quiso averiguar si podía liberar el freno de la célula T y provocar que el sistema inmune atacase las células cancerígenas.
Usando esa técnica pudo curar a ratones con cáncer y, después de sus esfuerzos por desarrollar una estrategia para humanos, logró en 2010 efectos sorprendentes en pacientes con melanoma avanzado.
“Soñaba con esto pero no pensé que se produciría. Me parecía demasiado”, reaccionó Allison, de 70 años, en declaraciones a la agencia de prensa sueca TT.
Allison, profesor de la Universidad de Texas, y Honjo, profesor de la Universidad de Kyoto, fueron premiados en 2014 por su investigación con el premio Tang, considerado como la versión asiática de los Nobel.
Por el Nobel de Medicina se repartirán 9 millones de coronas suecas (1.02 millones de dólares), un premio en cuyo palmarés suceden a los estadounidenses Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young, distinguidos en 2017 por descubrir los mecanismos moleculares que controlan el “reloj biológico interno”.
El año pasado los genetistas estadounidense fueron recompensados por ilustrar la adaptación del cuerpo a los ciclos del día y la noche, así como los trastornos del sueño.
El rey Carlos XVI Gustavo de Suecia entregará el premio en una ceremonia en Estocolmo el 10 de diciembre, aniversario del fallecimiento en 1896 de Alfred Nobel, creador de los premios como su última voluntad.
Al premio de Medicina seguirá hoy el de Física, mañana el de Química y el lunes el de Economía.
El viernes se conocerá en Oslo el Nobel de la Paz.
Por primera vez desde 1949, el anuncio del Nobel de literatura será aplazado un año por la Academia Sueca, sumergida en el escándalo #MeToo, en divisiones internas y la renuncia de varios de sus miembros que le impiden funcionar normalmente.
No es la primera vez que enfoques terapéuticos del tratamiento del cáncer han sido premiados con el Nobel de Medicina: Charles Brenton Huggins fue distinguido, por ejemplo, en 1966 por descubrir hormonas para tratar el cáncer de próstata y Edward Donnall Thomas, en 1990, por sus hallazgos en transplante celular y de órganos.
Texto y foto: Agencia