El operativo implementado este mediodía por agentes de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Procuraduría General de la República (PGR), para decomisar los llamados “minicasinos” de los alrededores del mercado municipal, ocasionó protestas y griterías de los ciudadanos que se hallaban en esos momentos.
La principal molestia fue porque los agentes retiraron la barrera metálica que advierte que la calle 26-A por 25 es peatonal todos los días hasta las tres de la tarde, para introducir sus dos camionetas blancas, sin placas, a las cuales subieron los artefactos asegurados.
Incluso, las “maquinitas” estaban siendo usadas en buen número por ludópatas de la población.
Llamó la atención que la dueña de algunas de las tragamonedas comenzó a voltearlas para destruirlas, pero luego aceptó que, de todas maneras, los uniformados se las llevarían.
Por si fuera poco, en su agilizada entrada en la calle principal del mercado, una de las camionetas del operativo, aplastó la venta de mandarinas y chile habanero de doña María del Carmen Palomar Novelo, quien aseguró que dicha unidad estuvo a punto de atropellarla con todo y su mercancía.
Como la protesta de los vecinos subió de tono y los policías municipales prefirieron hacerse de la vista gorda, a los uniformados de la AIC no les quedó más remedio que pagar los daños y entregaron a María del Carmen la cantidad de 210 pesos, que no dejaron muy contenta a la afectada.
Las unidades que participaron en el operativo se estacionaron sobre la calle 25 entre 26-A, en tanto que los “minicasinos” eran arrastradas a las dos camionetas que, ya cargadas hasta el tope, iniciaron la retirada, ante los chiflidos y mentadas del público.
-Acom
