De 2015 a 2020, la deforestación en México ha ido en aumento, con un promedio neto anual de 127 mil 800 hectáreas, revela una investigación internacional publicada este viernes.
Además, el informe indica que “la deforestación ha contribuido directamente a acentuar las sequías” y, junto con otros factores del cambio climático, esto se traduce en “escasez de agua para el consumo humano, la industria y la agricultura”.
El estudio “Resiliencia ante el cambio climático: Avances en adaptación y acciones para prevenir la deforestación en estados mexicanos”, presentado por CDP Latin America y la Comunidad Climática Mexicana (CCM), es el resultado de una encuesta realizada a 26 estados de México, que concentran al 77.4 por ciento de la población del país, sobre sus acciones y políticas ambientales y climáticas.
El sondeo también señala que 21 estados afirmaron que “la deforestación es un problema para su territorio”.
Y, además, reconocen como principales detonadores “a los incendios forestales, el cambio de uso de suelo para ganado, la tala ilegal, y la agricultura a pequeña y gran escala”, lo que ha derivado en una afectación del 84% de todo el territorio mexicano.
El informe precisa que frente a la situación de deforestación actual, los estados han desarrollado diversas medidas, como “mejorar el desarrollo rural sustentable y aumentar la resiliencia de negocios y de personas al estimular cadenas de suministro sostenibles.
Además de conservar la biodiversidad, y mantener la calidad de los suelos y del agua.
También se apunta que entre las principales fuentes financieras para la implementación de los programas de reducción de emisiones de la deforestación (REDD+) están acuerdos bilaterales con el Green Climate Fund (GCF), el programa UN-REDD+, y mecanismos voluntarios del mercado de carbono.
El documento recomienda “acelerar las acciones para reforestar bosques, restaurar ecosistemas dañados y desarrollar soluciones de conservación”, puntos que representan un reto para los estados.
Los resultados muestran que, “si ciertos territorios de México llegasen a enfrentar sequía severa, extrema o excepcional durante un mes”, las pérdidas anuales del producto interior bruto (PIB) podrían ser de entre 3,000 y 4 mil millones de dólares en la manufactura y de hasta 1,600 millones de dólares en la agricultura.
Entre los avances registrados se destaca que 13 estados mexicanos tienen “un plan de acción climática integrado” que aborda tanto las estrategias de adaptación y de mitigación como la reducción de riesgos derivados de la crisis climática.
Mientras que los cinco estados con mayor número de acciones de adaptación reportadas en 2022 fueron Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León, Yucatán y Colima.
La directora ejecutiva del CDP Latin America, Rebeca Lima, aseguró que esta etapa de divulgación de datos es muy relevante “y se potencia cuando estos datos se traducen en productos y materiales, pues con ello se visibilizan no solo los impactos del cambio climático en los estados mexicanos, sino también las acciones”.
Texto y foto: EFE