Del baile de taebo a la carrera larga

 

Empezó a correr por el impulso de su esposo, y poco a poco le tomó el gusto a ese deporte. Su libreta de apuntes, futura herencia para sus hijas. Su siguiente objetivo: ayudar a una de ellas a ser buena corredora.

Comenzó a correr hace apenas cuatro años y ya es dominadora de su categoría y ganadora de más de 34 primeros lugares en competencias locales. Sin embargo, para Leonor Gómez Fernández su mayor triunfo, por encima de las victorias deportivas y económicas, es que su familia esté unida.

Madre de Lenny Gabriela, Linda Grisel y Leslie Guadalupe Hau Gómez, asegura que el siguiente reto en su vida, no es ella misma, sino son sus hijas y dejarles un legado que influya de manera positiva en sus vidas.

–Tenía 48 años cuando comencé a correr, y es chistoso porque en realidad yo practicaba baile en el estadio Salvador Alvarado, clases de taebo y clases de jarana en el ayuntamiento, por lo que creí que esas eran las actividades que siempre realizaría –detalla en entrevista para este periódico.

–En realidad mi primera carrera no fue en Yucatán, sino que un día mi esposo me dijo que habría una en Playa del Carmen y que había categorías desde los 3 kilómetros, 21 y 42; entonces me dijo que me inscribiría en la de 3 pero al principio me negué porque nunca había corrido. Sin embargo, me insistió y al final terminé inscribiéndome a la carrera, aunque una noche antes me encomendé a todos los santos para que no pasara nada.

Algo curioso que pasó en esta carrera es que tomé un camino incorrecto porque las señalizaciones no estaban claras, por lo que terminé corriendo 4 kilómetros en lugar de 3, pero en un tiempo de 26 minutos. Yo no sabía en realidad que significaba ese tiempo hasta que mi esposo me dijo que era buena marca para ser mi primera vez; a partir de esa carrera comencé a correr con él.

El 9 de diciembre del 2012 participe en mi segunda carrera, esta vez fue de 10 kilómetros, en Chalmoktul. Otra vez fue mi esposo quien me inscribió y otra vez le reclamé, porque nunca había corrido esta distancia, pero al final confío mucho en él y soy aventada, así que nos fuimos a Tekax a competir. Tuve un tiempo de 59 minutos.

Esas fueron mis dos primeras carreras, y las disfrute mucho, aunque sabía que no podía ganar porque no tenía condición ni conocimientos, pero mi esposo me comenzó a entrenar y así fue como empecé y me entró el gusto por la carrera.

Gómez Fernández cuenta que su pasión por este deporte y su formación académica (es licenciada en contaduría) la motivó a llevar un registro diario de los tiempos que cronometraba tanto en los entrenamientos como en las competencias, así como sus métodos de entrenamiento y las actividades que realizó durante el día. Todos estos datos los tiene anotados en varias libretas y en un futuro planea usarlos como base para ayudar a entrenar a otras personas.

¿Todos los corredores anotan todo en libretas o usted es la única?

–No sé si haya otros corredores que anoten todo esto, pero yo soy muy meticulosa, no sé si es porque soy contadora o por mi educación familiar, pero soy muy organizada y todo lo tengo bien anotado y lo llevo a mi entrenamiento, y al finalizar la práctica anoto realmente los tiempos que hice. Cuando termina el año hago mi resumen de carreras y una bitácora de acontecimientos, y todo esto me ayuda a mejorar.

¿Cuándo llegó el primer podio?

–En la carrera del Teletón en el 2013 fue mi primera victoria; ocupé un tercer lugar en la categoría máster, que es una división difícil porque hay corredoras desde los 40 a los 49 años y yo empecé a los 48, por lo tanto, no fue fácil, es más, creo que sólo una vez gané el primer lugar en ese rango, pero sí obtuve segundos y terceros lugares ante competidoras que llevaban años en este deporte, con un físico fuerte, bien preparadas y entrenadas, mientras que yo sólo era la que bailaba.

Cuando comencé a correr en el estadio todas decían “es la que baila”, porque me recordaban en las clases de salsa, pero cuando vieron que comencé a destacar es cuando me empezaron a tomar en cuenta como corredora, es muy curioso eso.

Leonor cuenta que a partir de que subió a la categoría de veterana, al cumplir 50 años, comenzó su hegemonía, obteniendo más de 30 primeros lugares en los dos años que lleva en esa división, sobresaliendo las victorias obtenidas en el Maratón de Mérida y en la Carrera Uxmal-Muna, a la que calificó como la mamá de todas las competencias en Yucatán.

La corredora platica uno de los factores primordiales para que actualmente sea la máxima dominadora en su categoría, y que es el apoyo que ha tenido de su familia, ya que todos se apoyan entre sí y comparten esta misma pasión.

–Realmente le agradezco a Dios la familia que me ha dado, porque son un apoyo muy fuerte en esta carrera, porque si bien es bonito correr y ganar, sin el apoyo de mi esposo o de mis hijas no me sentiría completa, ya que en algún momento mi rutina podría causar problemas.

Pero con mi familia todo es diferente, porque mi esposo es quien me motiva a correr, mi hija Linda también ya adoptó ese gusto y mis otras dos hijas están conmigo todos los domingos que participo en una carrera. Incluso en el estadio Salvador Alvarado nos han dado un reconocimiento porque vamos como familia a practicar deporte, cosa que casi no pasa con otros deportistas.

Deportista y además profesionista. ¿Le queda tiempo para ser madre?

–Bendito Dios mi hija más grande ya es abogada, trabaja en un despacho y me apoya en mis actividades, y si estoy cocinando mi esposo se encarga de ir a buscar a la escuela a Linda y a Leslie, porque él organiza sus horarios al ser independiente. Es decir, todo es un trabajo en equipo muy bien organizado, en donde todos compartimos responsabilidades, de otro modo no podríamos con el ritmo.

Si mi familia me dejara sola podría intentar hacer todo lo mismo, pero en algo voy a fallar, ya sea como madre, o como contadora o atleta, por eso cuenta mucho que entre todos nos apoyamos y estamos siempre al pendiente uno del otro.

En lo que respecta a mi papel como madre todo inicia en tu propia educación, eso lo vi en mi familia cuando era chica y hoy trato de transmitirlo a mis hijas, a lo mejor no de la misma manera que como yo lo viví porque los tiempos cambian, cuando yo era niña no había internet ni celulares, pero tratas de acoplar tus mismos valores a la modernidad. No les puedo evitar el teléfono ni las redes sociales, pero debemos tenerlas vigiladas, las tengo entre mis contactos, checo sus perfiles y estamos en contacto permanente y llevamos control y organización.

¿Cuál es su siguiente objetivo, ya sea como deportista o como madre?

–Mi siguiente objetivo es ayudar a mi hija Linda en su carrera como deportista; no soy entrenadora, pero lo poco que he aprendido es en lo que apoyo a mi hija y ella lo está asimilando muy bien. Sé que en muy poco tiempo ella será más fuerte que yo por su edad y categoría, y creo que destacará como corredora y tengo fe en que a ella le irá mejor.

Además, también quiero apoyar a otras personas que igual quieran dedicarse a esto, porque las cosas que uno sabe debe transmitirlas a los demás y eso me gustaría mucho. ¿Por qué no ayudar a otros a lograr sus objetivos?

Para una mujer como usted que ha pasado por muchas facetas, tanto profesional, como esposa, madre y deportista, ¿cuál ha sido la felicidad más grande en su vida?

–Sinceramente, lo más importante para mí y la mayor alegría, es que mi familia está unida, porque sin ellos no es fácil todo esto, dividirte y multiplicarte; hay que contar con el apoyo de ellos, por lo tanto no dudo en decir que mi esposo y mis hijas son mi mayor victoria.

 

Roberto Ojeda 

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