Tal parece que el alcalde de Umán, Gaspar Ventura Cisneros Polanco, sigue un patrón similar al de Kanasín, Edwin Bojórquez: ambos son ex priistas, los dos buscaron ponerle un distintivo a su ciudad, uno la llamó Ciudad de los Panuchos y el otro de las Industrias; uno ya construyó su arco de bienvenida y el otro pretende hacer lo mismo, pero lo peor del caso es que las calles de ambas poblaciones tienen baches al por mayor y además están siendo devoradas por la delincuencia.
Este es el caso de vecinos de la colonia San Francisco, en Umán, que viven con el Jesús en la boca, ya que, aprovechando el descuido en que la comuna que encabeza Cisneros Polanco tiene el lugar, con las vialidades llenas de baches y maleza, un grupo de malvivientes que ronda la calle 20, por 24 y 24 A, en los límites con la Felipe Carrillo Puerto, acostumbran salir al paso de la gente para pedirles dinero cuando cruzan por las calles que rodean un inmueble abandonado (fue empacadora de productos de pollo), que sirve de guarida a estos jovenzuelos y que consumen sustancias prohibidas.
“La policía no les hace nada, saben que se meten a un terreno baldío que está a la vuelta, pero no hacen nada para detenerlos, ni siquiera se bajan de la camioneta, sólo los afocan”, dicen los vecinos que aseguran por esta impunidad, han cerrado varios negocios en esta zona, como fue el caso de una purificadora de agua y un taller de soldadura, porque los repartidores y los clientes eran sus víctimas.
“Hasta en horas del día le quitan su dinero a los repartidores de agua o de otros productos que pasan por acá, se acercan, paran el mototaxi en el que viajas y te piden 20 o 50 pesos”, agregaron.
Texto y foto: Manuel Pool