La cuenta atrás para alcanzar un acuerdo sobre techo de la deuda soberana en EE.UU. prosiguió este martes con acusaciones cruzadas de irresponsabilidad entre demócratas y republicanos, que se reprochan mutuamente estar abocando al país al impago.
“Estamos realmente en una encrucijada en esta negociación, pero el presidente (Joe) Biden no se ha tomado este tema seriamente”, criticó en una conferencia de prensa el “número dos” de los republicanos en la Cámara Baja, Steve Scalise.
Su comparecencia se produjo un día después de que el mandatario y el líder de ese hemiciclo, el conservador Kevin McCarthy, mantuvieran una nueva reunión en la Casa Blanca en la que no se llegó a un acuerdo pero que según McCarthy fue “productiva”.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, rechazó las críticas republicanas, calificándolas de “ridículas” y haciendo énfasis en que alcanzar un acuerdo va más allá de rencillas políticas.
“Esto es urgente, pero no es político. Se trata de hacer el trabajo para el pueblo estadounidense, hemos pedido al Congreso una y otra vez, durante los últimos cinco meses, que actúe, es su deber constitucional”, señaló la portavoz en una rueda de prensa.
Pero a 9 días del 1 de junio, fecha en la que el Departamento del Tesoro calcula que se pueden agotar las reservas con las que actualmente se están financiando las obligaciones gubernamentales, los republicanos dejaron claro que esa eventual suspensión de pagos no se les puede achacar a ellos.
Los demócratas, sin embargo, acusan al bando contrario de priorizar la política por encima de las necesidades de la gente y de utilizar el techo de deuda como rehén para intentar ver satisfecha su agenda.
Texto y foto: Efe