Deporte para la infancia

Mary Carmen Rosado Mota

@mary_rosmot

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Este mes en donde celebramos a los niños y niñas es importante reflexionar que durante esta etapa de la vida es el momento ideal para que acerquemos a las infancias al deporte, que aprendan a disfrutarlo, a vivirlo, pero sobre todo que descubran cuál es el deporte que más les apasiona. Intentemos dejar de un lado nuestras preferencias deportivas para dejarlos a ellos y ellas que experimenten cuál es esa actividad que más les gusta.

El deporte de alto rendimiento nos ha dejado innumerables ejemplos de que las grandes hazañas no implican siempre grandes edades. Hend Zaza nació el 1 de enero del 2009 en la ciudad de Hama en Siria, en un país envuelto en conflictos bélicos y donde la infancia difícilmente se puede disfrutar como en otros lugares. Fue por eso que la pequeña Hend Zaza cuando tenía 5 años, junto con su hermano, empezó a practicar deporte, en específico tenis de mesa.

Tal fue su talento que, en el 2016, cuando tenía 7 años, acudió a Qatar a su primera competencia de “esperanzas mundiales” organizada por la Federación Internacional de Tenis de Mesa. Los mismos directivos de la federación reconocieron en Zaza a una deportista única, con una pasión pocas veces vista en alguien de su edad en el mundo del deporte. Con 12 años se convirtió en la deportista más joven en participar en los Juegos Olímpicos de Tokio, además de ser la única deportista siria que ha conseguido su lugar para representar a su país en el tenis de mesa.

En esa misma justa olímpica se robaron las miradas un grupo de niñas que a bordo de su patineta dejaron con la boca abierta a espectadores de todas las edades. Sky Brown de Reino Unido, Hiraki Kokona de Japón y Rayzza Leal de Brasil, todas en ese entonces con menos de 14 años, nos dejaron claro que las niñas son fuertes, son talentosas, que pueden saltar desde grandes alturas hacia la perfección o volar en una patineta sin miedo a las caídas y que, incluso cuando caigan, habrá amigas a tu lado para alentarte a seguir tus sueños.

Pero el deporte de alto rendimiento no es el único escenario, podemos tomarlos como valiosos ejemplos, pero lo más importante es incorporar a niños y niñas a las rutinas de ejercicio, hacer algún juego con ellos que implique actividad física y hablarles de los diferentes deportes que existen para que se vayan familiarizando con estos. Si desde la infancia nos acercamos al deporte o ejercicio será más probable que mantengamos esos hábitos conforme pasen los años.

Hoy más que nunca es necesario que las nuevas generaciones volteen hacia el deporte, que además de disfrutarlo en un estadio o en una película o caricatura favorita, también se animen a practicarlo, el que quieran, el que más les guste. No dejemos que nuestros propios miedos los limiten en un recorrido que debe ser únicamente suyo, ¿qué podemos hacer? Por supuesto, apoyarles, motivarles y hacerles saber que el deporte es para todas las edades.