Lourival Possani, investigador emérito —jubilado pero que posee algunas de sus funciones—del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajó en el estudio de inmunoglobulinas humanas capaces de neutralizar toxinas del veneno de alacrán; por ende, un nuevo tipo de antiveneno arribará al mercado mexicano.
El elemento de la máxima Casa de Estudios del país abundó en que su aportación ya fue patentada y que este descubrimiento suplantará a los antivenenos de caballo: la picadura de alacrán es considerada un problema de salud pública en México, ya que mata a, al menos, 300 mil personas cada año, según datos de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
“Cuando llegué al país hace más de 40 años, no se conocía bien desde el punto de vista bioquímico la composición de los venenos de alacranes ni por qué mataban a la gente. Por eso decidimos estudiar el veneno de los alacranes mexicanos: se trata de un antiveneno y no de una vacuna”, resaltó el científico naturalizado mexicano.
Se trata de un paliativo para la persona que haya sido picada y afectada por el artrópodo; originalmente, su objetivo era hallar una vacuna junto con sus colaboradores, pero el proyecto nunca llegó a buen puerto: ‘La picadura es un evento muy abrupto y rápido. Si no se tiene la cantidad de anticuerpos suficientes, no funciona’, comentó.
“Y la generación de anticuerpos era de baja afinidad: no protegía a la persona picada”, puntualizó el galardonado en el área de ‘tecnología, innovación y diseño’; es el primer mexicano en recibir dos veces el reconocimiento otorgado por la Secretaría de Educación Pública (SEP); la primera fue en 1996 en el área de ‘ciencias físico-matemáticas y naturales’.
Possani trabaja para la contribución científica al estudio de la estructura y función de los péptidos y proteínas del veneno de los alacranes.
– Vanguardia