Équre tiene el objetivo de contribuir a mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad física e intelectual
Desde hace 25 años la Asociación para la Equinoterapia A.C. “Équre” trabaja en el Estado en la rehabilitación de personas, especialmente niños, niñas, adolescentes y jóvenes con discapacidades físicas, intelectuales, y en el tratamiento de problemas emocionales.
La administradora de “Équre”, Eugenia Barrio Ojeda de Bolio, recordó que la asociación nació el 20 de febrero de 1997, con el objetivo de contribuir a mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad física e intelectual, momento en el que coincidió con la llegada al Estado de la psicóloga Andrea Peters, de origen alemán y con especialidad en equinoterapia, quien, al ver la necesidad de capacitar terapeutas, inició una serie de cursos que fueron continuados por Edith Gross.
“Es así como se forma el primer grupo de seis terapeutas y 21 niños. En la actualidad contamos con un centro diseñado para dar atención profesional de alta calidad, construido durante 2010 con aportaciones de la sociedad civil y puesto a disposición de la comunidad en mayo de 2011”, añadió.
Anualmente se atiende a 65 personas con discapacidades diversas con una planta de cuatro terapeutas, 25 voluntarios, dos caballerangos, un jardinero, una administradora y una asistente de administración. Utilizan para llevar a cabo la labor nueve caballos. Un comprometido consejo directivo es el órgano rector que los acompaña y regula las acciones.
“La equinoterapia es una es una terapia alternativa y/o complementaria que consiste en la rehabilitación física y psicológica de personas con discapacidades diversas o problemas emocionales, donde la herramienta fundamental de trabajo es el caballo, que actúa como elemento terapéutico, pues el paso del caballo es similar al de la persona humana y el cerebro recoge ese patrón de marcha”, indicó la administradora.
De igual manera esta terapia ayuda a que quienes la tomen fortalezcan todo el sistema musco-esquelético que le va a permitir una mejor vida. Con los niños con autismo se lleva a cabo un programa didáctico con el que se trabaja con ellos buscando minimizar los movimientos involuntarios y ayudándolos también a relajarse y tener un sistema nervioso más estable.
“Équre”, que fusiona las palabras equus (caballo) y curar, tiene diferentes programas de rehabilitación basados en derechos humanos entre los que se encuentran: Programas de Terapias; Programa de Padres; de Actualización Continua de Terapeutas: de Preparación de Nuevos Terapeutas; de Voluntariado; y de Evaluación y Seguimiento, señalando que “cuando las familias están mejor, la sociedad entera se beneficia”.
La terapeuta Beatriz Aké recordó que entre uno de los casos más significativos que han tenido es el de dos hermanos con autismo, quienes no tenían desarrollado el área social y sensorial y conforme a las terapias estos ámbitos han mejorado.
“Su mamá ya los puede abrazar y tocar, y ellos también ya logran comunicarse mejor, así como descansar por las noches tras tomar estas terapias; han sido uno de nuestros casos de éxitos”, anotó.
“Équare” desde 2013 se hicieron acreedores al reconocimiento “Institucionalidad y Transparencia”, que otorga el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), mismo que conservan hasta el presente.
De igual manera desde 2018 el ayuntamiento de Tizimín, mediante el DIF de esa localidad, implementó la equinoterapia en el municipio, donde por medio de la asociación brindan capacitación a los terapeutas, que actualmente atienden a 57 pacientes en esa zona con sus programas de rehabilitación.
La asociación se encuentra ubicada en el kilómetro 3 de la carretera Mérida-Temozón, y cuenta con redes sociales tanto en Instagram como en Facebook; los pueden encontrar bajo el nombre ÉqureEquinoterapia.
Texto y fotos: Andrea Segura / Cortesía