DESECHADOS

Leo Zuckerman politólogo, articulista de prensa y comentarista de radio y televisión coincidió en los riesgos que corre México en el próximo proceso electoral con la maquinaria del partido del presidente y por los cambios radicales que podrían realizar, en caso de tener mayoría legislativa. Estos riesgos —según entiendo yo— pasan por la desaparición de los organismos autónomos, el Instituto Nacional Electoral, el de Transparencia, pero sobre todo, amenaza a la Suprema Corte que ha significado un freno a los excesos presidenciales.

No es cosa menor. Invitado estelar en la Cumbre Empresarial de Líderes del Comercio, los Servicios y el Turismo, realizada en el Centro Internacional de Congresos de Mérida el fin de semana que terminó, Leo Zuckerman volvió a elogiar la seguridad en nuestra ciudad (lo ha hecho en otros espacios y en su programa de TeVe) y la atribuyó en buena medida a la conformación de la policía estatal, a los apoyos gubernamentales que se le han otorgado en materia salarial, de capacitación y a la permanencia del mismo jefe policiaco, en este caso, el comandante Luis Saidén Ojeda, quien ha sido el titular de la SSP en 4 sexenios a lo largo de unos 23 años.

Reveló que el 67% de los mexicanos admite que el mayor problema del país es la inseguridad, y deploró la estrategia fallida de Manuel López Obrador de abrazos y no balazos, usando a la Guardia Nacional que en realidad son soldados del Ejército y de la Marina, que han fallado en combatir al crimen. Por cierto, en el foro lleno de empresarios de todo el país el articulista reiteró un dato que ya había presentado públicamente: el crimen organizado es el quinto empleador en el país porque tiene a más de 175,000 “empleados”. Este número de criminales supera al personal de empresas como Oxxo, Bimbo, Coppel y Grupo Salinas, entre otras grandes firmas comerciales.

Hizo la precisión de que tan solo el Cártel Jalisco Nueva Generación tiene el 18% y el de Sinaloa el 9%. —Vivir en Mérida es tan pacífico como vivir en Helsinki —subrayó el conferenciante al detallar que según las estadísticas de criminalidad del mundo, Yucatán tiene 2 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes el cual es el equivalente al de Finlandia. En otro dato que dio el politólogo visitante, precisó que la ciudad más violenta del mundo es Colima, donde hay más probabilidades que una persona muera asesinada ahí a que muera alguien en la guerra de Ucrania.

Sin embargo, pese a este negro panorama expuesto por Leo yo opino que a los mexicanos parece no quedarles claro que el aumento de la incidencia criminal está asociada a la llegada de Morena al poder, a partir de que asumió funciones este presidente, que prácticamente ha tolerado el avance de los criminales, como lo prueba el alza de todas las cifras de delitos como asesinatos, secuestros, extorsiones y desapariciones. Ha superado los números de los dos sexenios previos.

Al referirse al tema de las encuestas en torno a la presidencia de México, el comentarista de radio y televisión confirmó lo que muchos sabemos: son utilizadas como propaganda para intentar influir o engañar al electorado, respecto a una tendencia favorable al partido del presidente y a su candidata. Pidió a los electores no caer en el desánimo de no salir a votar y pensar que Morena, junto con sus aliados, así como con el gobierno federal repitan que “este arroz ya se coció”, creyendo que ya ganó Claudia Sheinbaum y que “la elección es mero trámite”. Vaya que dejó a todos pensando.

El xix.— En muy pocas palabras lo definió el diputado Rafael Ecahazarreta, quien aspira a ser candidato a alcalde de Mérida por Morena: “se trata de mercenarios que a la hora de la elección pueden volver a cambiar de camiseta o trabajar para sus antiguos partidos”. En una entrevista también dijo que es muy cuestionable si tienen o no capacidad política porque si la tuvieran, “sus partidos los habrían hecho candidatos, pero fueron desechados por el PRI y por el PAN”. Usted lector, ya sabe a quienes se refiere.