Desierto de Negev: fuera de lo clásico

David Ben-Gurion, uno de los creadores del Estado de Israel, dijo hace medio siglo: “Es en el Negev donde la creatividad y el espíritu pionero de Israel será comprobado”. El destino que supone la mitad del país, se ha convertido en una obsesión para los israelíes y ahora está en auge.

Aunque el camino entre Tel Aviv o Jerusalén y el mar Rojo se puede hacer en un solo día en auto, el desierto del Negev bien merece incluirse en el itinerario de viaje.

Granjas, vino y aceite de argán

A 45 minutos de Beerseba, la “puerta del desierto”, se encuentra la granja Orlyya Farm, sobre la carretera 40 (www.orlyya.co.il). Ofrece pasar la noche en tiendas de campaña o en una cabaña para dos personas con todas las comodidades. Organiza paseos a pie o en bicicleta por el desierto, sesiones de yoga y observación de estrellas.

Produce artesanalmente aceite de argán, excelente para la piel y el pelo. Los visitantes conocen cómo se elabora y se animan a comprarlo.

La Carmey Avdat Farm es otra granja cerca de la misma carretera 40. Cultiva orquídeas, olivos y viñedos, abiertos al público.

Sus cabañas tienen vistas excelentes y todas las comodidades. Ahí mismo hay petroglifos, algunos de hace miles de años.

Forma parte de la red de granjas orgánicas de todo el mundo (wwoof.net). En ellas es posible quedarse un tiempo para trabajar, a cambio de alojamiento y comida. Explora otras opciones de granjas en “rng.org.il/en/tourism”.

Muy cerca de ambas granjas se encuentra Avdat, antigua ciudad nabatea de la Ruta del Incienso. Cuenta con un centro de información y una estación de servicios y restaurantes.

Cráter Ramón

Unos kilómetros más hacia el sur se localiza el Cráter Ramón. No es un cañón, tampoco un cráter como tal, es un “majtesh”, el circo de erosión más grande del planeta y un gran reservorio con 80 tipos de minerales y formaciones geológicas. En el centro de visitantes de la localidad de Mitzpe Ramon cuentan la historia de Ramón y su homónimo, el primer astronauta israelí.

Para recorrer el cráter a pie o en bicicleta no hace falta la compañía de un guía, pero eso sí, los paseos nocturnos están prohibidos. La visita resulta más emocionante si acampas en una de las cuatro zonas permitidas, con servicio de regadera.

Se trazaron varias rutas para recorrer este accidente geográfico, pero si no cuentas con tiempo suficiente, recomendamos un paseo de medio día en jeep (negevtrails.com).

El paisaje que nos recuerda a Marte, se ve animado con la presencia de cabras salvajes, zorros y lobos. NegevLand (www.negevland.co.il) organiza visitas en jeep, bici y hace rappel en el mirador. En el centro de visitantes y en www.negevtour.co.il hay ofertas de más empresas y servicios.

La carretera 40 termina en Eilat, en el mar Rojo, uno de los mejores lugares para bucear y un destino de compras sin impuestos. Su clima es seco y cálido. Puedes dar un paseo en camello o visitar su acuario con un observatorio bajo el mar.

Timna Park y el Sendero de Israel

A 45 minutos de Eilat se encuentra Timna Park, otro parque natural del Negev, fantástico por su historia y formaciones geológicas.

En algunos puntos de esta antigua zona de minas de cobre, solo se puede andar a pie o en bicicleta, siguiendo alguna de las 10 rutas señalizadas tanto para viajeros en buena forma física como para los más perezosos.https://www.puntomedio.mx/wp-admin/post-new.php#

Por el parque pasa el Sendero de Israel, una especie de Camino de Santiago para los amantes del “trekking”. Une Eilat con Arad, en la frontera con Líbano (negevtrails.com). Gente local, conocida como Ángeles del Sendero, deja comida y asiste a los viajeros. Todo el Sendero de Israel está planificado para recorrerse en 21 días.

Guía del viajero

*Renta un auto para visitar con comodidad y rapidez el sur de Israel.

*No es un destino barato, pero ofrece una oferta amplia de alojamientos.

*Consulta tarifas en trabber.com

*Lleva seguro médico. Los servicios son excelentes pero caros.

*TishRei, el mes festivo judío (septiembre u octubre), es el peor para viajar por ser temporada alta.

*Hay bono de entrada a parques, por 150 shekels (unos 790 pesos), de dos semanas, a 55 recintos. También se puede comprar una entrada a seis parques naturales y arqueológicos por 110 shekels (580 pesos, aprox.).

El Universal

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