Cayó el aut 27, se apagaron las luces, pero Carlos Paz llegó quieto a home, así comenzó la despedida del padre Lorenzo Mex Jiménez, capellán de los Leones de Yucatán, al caballeroso mánager cubano, que llevó al club a obtener su segundo título en su historia en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) en 1984.
“Don Carlos Paz González vivió para el béisbol, un ejemplo digno de seguir, de imitar, un hombre que vino a Yucatán a aportar lo mejor que tenía.Como buen cubano llevaba este deporte en las venas, era su pasión”, mencionó el también párroco de San Sebastián.
A la misa que se ofició ayer en el terreno de juego del Parque Kukulcán, además de directivos del club, como el gerente comercial José Luis Abraham, estuvieron amigos muy cercanos a Paz González, como la actriz regional Narda Acevedo y la familia del también inolvidable Leonel “El Coronel” Aldama, el couch de los Leones durante muchos años.
De hecho, Liliana Aldama Solís, la ahijada de bautizo de Carlos Paz y sobrina del “Coronel”, fue la encargada de llevar las cenizas durante el recorrido de bases con el que al finalizar la misa se rindió un homenaje a quien fuera el mánager más ganador en la historia de los Leones de Yucatán, con 537 victorias en 10 temporadas.
Con la voz entrecortada, Narda Acevedo, quién leyó la primera lectura en la misa, comentó que durante 45 años fue amiga cercana de don Carlos, al grado que lo consideraba como el hermano mayor que nunca tuvo, mientras que Aurora Ríos, esposa del nieto del “Coronel” Aldama, comentó que sus hijos Leonel y Valeria, eran tan cercanos a Paz González que hasta le llamaban abuelito.
“Nosotros somos su familia de aquí, porque él vivía solo en su casita, pero rodeado de todos nosotros”, dijo Leonor Aldama Manzanilla, hija del “Coronel”, quien acudió a la misa en compañía de su hija Georgina y nietos. También estuvo presente en la ceremonia litúrgica Freddy López Carrillo, chófer, cocinero y amigo de don Carlos en los últimos 12 o 13 años, quien comentó que Paz González falleció de un paro respiratorio a los 83 años de edad y que sus cenizas las tendrá bajo su resguardo su ahijada Liliana Aldama, mientras se entregan a su familia que se encuentra en Estados Unidos.
Texto y foto: Manuel Pool