Habitantes desplazados por el crimen organizado en la sierra de Guerrero, que afronta una ola de violencia, protestaron este jueves para exigir seguridad y advirtieron de un boicot en las elecciones del domingo. El grupo de personas del municipio de Leonardo Bravo colocó pancartas en el acceso a la cabecera municipal, Chichihualco, donde bloquearán la carretera interestatal, si no tienen una solución antes de los comicios.
“Queremos solución ya, antes del domingo, porque, si no, el domingo no hay votaciones”, dijo uno de los protestantes con el rostro semicubierto.
Los manifestantes pertenecen a unas 20 comunidades de la sierra, con entre cuatro y seis años de haber salido de sus pueblos por las amenazas de grupos criminales. Además, denunciaron que el grupo delictivo de Los Tlacos saqueó o quemó sus viviendas, se apropió de sus terrenos y se robó a sus animales.
Los manifestantes pidieron ayuda del Gobierno federal y del estado de Guerrero para recuperar su vida, por lo que solicitaron la instalación permanente de dos bases de operaciones del Ejército en El Carrizal y Filo de Caballos, para lo que demandaron la intervención de la gobernadora, Evelyn Salgado.
También exigieron una audiencia con el presidente municipal, Saúl Villa Adame, a quien no han visto en la zona desde hace un año. Lo acusaron de no atenderlos.
Chichihualco es un escenario constante de enfrentamientos armados por el control de ese corredor, donde a principios de mes llegó un grupo de autodefensas del municipio de Heliodoro Castillo, ligados con Los Tlacos, aunque tras protestas salieron del lugar.
La protesta refleja la agudización de la violencia en medio de las elecciones en Guerrero, donde este miércoles asesinaron en las últimas horas de campaña a Alfredo Cabrera, candidato opositor a la alcaldía de Coyuca de Benítez, lo que despertó una condena de la Misión Electoral de la Organización de Estados Americanos.
Texto y foto: EFE