Destino o Providencia

Por: Roberto Dorantes

Hay cosas en la vida que no elegimos, algunas son de nuestra persona y otras simplemente pertenecen al entorno donde vivimos, simplemente el “destino” nos lo ha brindado.

Hay cosas externas que el “destino” nos ha brindado: el lugar donde nací, el país, el idioma, el estatus económico, la familia consanguínea. Con respecto a nuestras personas al momento de nacer hay cosas que no elegimos como son: el color de la piel, de los ojos, el cabello, la estatura del cuerpo, el temperamento, todo esto nos lo regala el “destino”.

La filosofía nos dice que el destino es la acción necesaria que el orden del mundo ejerce sobre cada particular de mundo mismo; el análisis de esta definición nos indica que hay una necesidad, casi siempre desconocida y ciega que domina a un ser particular del mundo en cuanto parte del orden total; cada ser particular se adapta perfectamente a su puesto o a su función en el mundo, como un engranaje del orden total cada ser es hecho para lo que hace.

El destino en la vida de los individuos no debe ser sinónimo de fatalismo; pues una cualidad de ser humano es la libertad, el destino no es condicionante de nuestro ser, los eventos históricos no son producto del destino, sino de la libertad de los que hacen, es decir, la historia del mundo no depende del destino ni la historia de cada individuo, porque en el ser humano existe la libertad.

Platón cuando afirmaba la existencia del “destino” hablaba como de “alguien que cuida el universo que tiene todas las cosas ordenadas para la salvación y virtud del conjunto” (Leyes X, 903).

Acción, fuerza, el que cuida, son términos que acuñaron en el cristianismo el concepto de Divina Providencia que indica la soberanía, la supervisión, la intervención o el conjunto de acciones activas de Dios en el socorro de los hombres.

“La Providencia es Dios mismo considerando en aquel acto por el cual su Sabiduría ordena todos los eventos del universo de manera que se realice el fin por el cual fueron hechas las cosas”. (Enc. Católica)

Destino o Providencia son conceptos al parecer contrarios a la libertad, pero no son contradictorios; en mi opinión, considero que nos ayuda a comprender los enigmas de la vida, las injusticias son parte de la sociedad donde las personas son las actoras de lo bueno o malo, no le echemos la culpa al destino o a Dios de nuestra realidad que vivimos, puesto que la situación de nuestra vida depende de nosotros.

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