UNA EXPERIENCIA positiva, así definió el director y fundador del Festival Internacional de las Luces (Filux) México, David Di Bona, la segunda edición de la magna muestra de obras con el lenguaje de la luz que ayer concluyó.
“La sensación que tenemos, de acuerdo con los comentarios de la gente, es muy positiva. El público está contento”, mencionó el promotor cultural, quien fue entrevistado por Punto Medio, horas antes que el Filux apagara sus luces.
El éxito de la actual edición estuvo en que hubo un mayor número de piezas, así como más puntos para visitar en familia, disfrutar del espacio público y del Mérida Fest, lo que se traduce en bienestar y alegría para la sociedad.
“En este caso tuvimos piezas interactivas con las cuales la gente pudo jugar como el parque de Santa Ana, nos metimos a una casa abandonada y la iluminamos. Hemos hecho actividades más transgresoras y distintas al año pasado”, enlistó.
Di Bona aseguró que habrá una tercera edición del festival; sin embargo, precisó que la estancia del Filux México no es temporal, sino que todo el año están la ciudad para impartir talleres en un laboratorio de experimentación de la luz, se arman obras, se coproduce material con otros artistas y embajadas y generan contenidos.Aseguró que desconoce la fecha de la tercera edición, porque es un trabajo de gestión “muy complejo con las instituciones, la ciudad y la administración de recursos. Es algo que madurará a lo largo del año para saber cuándo será la otra edición”.
La ciudad, reconoció, es el escenario principal y las autoridades brindan todas las facilidades para que todo el festival pueda fluir “de manera orgánica”.
Otra característica del festival es que recurre a otros elementos que no sean necesariamente tecnológicos. “Se trabaja con la luz, tanto con la pintura, un láser o una proyección. Es la luz en sus diferentes formas”, precisó.
La primera edición, que se realizó en coordinación con Mérida, Capital Americana de la Cultura 2017, tuvo una inversión de aproximadamente seis millones de pesos. El recurso para este año fue similar.
“Tuvimos más o menos el mismo presupuesto. El festival siempre mantiene un parámetro en cantidad de piezas y presupuesto, el cual no es necesario rebasarlo. Sobre todo, lo más importante en estos festivales es darle continuidad. Otro desafío: ¿Cómo formar audiencias?”, añadió.
Irbin Flores Palomino
Fotografías: Gabriela Cortés
