SOFÍA MORÁN
Hoy celebramos el Día de la Niña y el Niño, una fecha que va más allá de regalos y festejos: es un recordatorio de nuestra obligación colectiva de garantizar sus derechos, entre ellos, el derecho constitucional a “un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar” (Artículo 4°). Este derecho no es abstracto. En un país donde la infancia enfrenta contaminación, escasez de agua y los efectos del cambio climático, urge formar ciudadanos que se relacionen con la naturaleza desde la empatía y la acción.
Todas las estrategias deben estar alineadas a educar para la sostenibilida. En Va por la Tierra estamos transformando ese discurso en realidad. Con programas que demuestran que la conciencia ambiental se siembra en la niñez:
Juventudes por la Tierra: Empodera a infancias y adolescencias con espacios seguros para expresar ideas y exigir cambios, potenciando su creatividad como herramienta de transformación.
Steam por la Tierra: Se realizan talleres donde se diseñan soluciones sustentables, fusionando la ciencia con la creatividad.
Ferias de agua y naturaleza: En escuelas, adquieren microcompetencias ambientales a través de juegos, experimentos científicos y música. Cada stand es una estación de aprendizaje práctico. Los niños no solo escuchan sobre reciclaje, biodiversidad, cenotes, huertos urbanos o costas; sino que crean objetos con materiales reutilizados, siembran sus primeras semillas, realizan sus primeros experimentos científicos, y mucho más.
Voceros por la Tierra: Programa de capacitación y empoderamiento para transferir y fortalecer competencias y habilidades de liderazgo consciente, sensible e informado. Nuestra red de accionistas climáticos por la tierra.
La Última Gota: Una banda infantil que fusiona el rock alternativo con un mensaje ambientalista tan potente como sus voces. Estas infancias yucatecas transforman letras sobre deforestación, contaminación y cambio climático en himnos generacionales.
Nacida el Día Mundial del Agua (2023), la banda encarna el pilar de Va por la Tierra con conocimiento para la acción, pero en clave musical. Puedes escucharlos en Spotify, YouTube y todas las plataformas digitales. Próxima meta: grabar un álbum.
Estas iniciativas no solo informan, activan. Democratizar saberes es darles poder para cambiar realidades. Cuando un niño aprende a reforestar o compone una canción sobre el agua, está ejerciendo su derecho a un entorno sano. La Constitución exige responsabilidad por el daño ambiental, pero la verdadera reparación está en prevenir. Cómo dice La Última Gota: “No queremos ser la última gota de agua, sino la primera ola de cambio”.
