“La diarrea es la disminución de la consistencia de las evacuaciones”, así lo señaló el médico pediatra Alfonso Copto García.
Con esta enfermedad se pierden grandes cantidades de agua y elementos químicos como el sodio, el potasio y el cloro. Es un mal peligroso, pues al perder los compuestos vitales puede haber deshidratación que puede llegar a ser mortal, pues sin los compuestos no se puede mantener activo el sistema inmunológico.
“La deshidratación es un desequilibrio hidroelectrolítico causado por la pérdida en exceso de agua y electrolitos del cuerpo”, mencionó el médico inmunólogo, Francisco Javier Murillo Nájera, durante la conferencia de prensa organizada por Laboratorios Amstrong.
Las personas vulnerables en la deshidratación son embarazadas, mujeres en estado de lactancia, bebés, debido a que son más susceptibles a infecciones gastrointestinales por llevarse objetos sucios a la boca o comer con las manos sucias por estar gateando; niños, ya que cuando salen a jugar pasan mucho tiempo expuestos al sol y pierden electrolitos; y los adultos mayores o ancianos.
La principal causa de la diarrea es la gastroenteritis aguda. Existen diferentes tipos de diarreas, como la diarrea crónica que dura más de 14 días y la diarrea persistente que se desemboca de la aguda y dura más de siete días, esta última es la que más preocupa a los padres de familia.
Copto García mencionó que el 90 por ciento de las diarreas son causadas por alguna infección viral, mientras que el 10 por ciento por alguna bacteria.
Por lo que el especialista recomendó no comer alimentos no refrigerados en temporadas de calor debido a que pueden estar en un mal estado y tener cuidado con el agua contaminada en temporada de lluvias.
Esta enfermedad es la segunda causa de muertes en niños menores de dos años en México. La población vulnerable ante ella son las personas mayores de 65 años y menores de los dos años de edad.
Comúnmente, la deshidratación es la complicación más frecuente del síndrome diarreico, por lo que se recomienda mantener una hidratación adecuada con agua o sueros, no cuentan refrescos, jugos, tés ni cafés; administrar suplementos de zinc; seguir dando alimentos al enfermo para evitar la desnutrición; y llevar al afectado con un profesional sanitario.
Texto y foto: El Universal