El concepto de fertilidad define, en los seres vivos, la capacidad de estos para reproducirse; mientras que la esterilidad implica la carencia de esa capacidad y, desde el punto de vista médico, hay que considerarla como un proceso patológico, ya que las parejas que consultan por esterilidad lo hacen porque la falta de descendencia les produce una inestabilidad psicológica.
La Real Academia Española de la Lengua hace sinónimos los términos esterilidad e infertilidad definiéndolos en su acepción antropológica como la incapacidad de la hembra para concebir y la incapacidad del macho para fecundar. Desde el punto de vista médico, esta definición es incorrecta por varios motivos:
En primer lugar, porque no incluye el elemento tiempo. ¿Cuánto tiempo de relaciones sexuales sin protección debe transcurrir para que se considere a una pareja como estéril? Según la Sociedad Americana de Fertilidad, un año, y según la Federación Internacional de Obstetricia y Ginecología, dos. De acuerdo con la capacidad de fecundidad espontánea, el 80% de las mujeres menores de 35 años lograrán quedarse embarazadas en el primer año de mantener relaciones sexuales sin protección. Por tanto, cualquier mujer incluida en el 20% restante podrá acudir a la consulta del especialista en busca de ayuda.
En varias partes del mundo se suele considerar que una pareja es estéril cuando no consigue embarazo tras un año de coitos normales sin emplear métodos anticonceptivos, pero esta interpretación debe individualizarse, teniendo en cuenta factores como la edad de los pacientes, y sus antecedentes médicos y reproductivos.
En segundo lugar, en el ámbito médico, se suele distinguir entre esterilidad e infertilidad. Para complicarlo aún más, esta distinción varía en función de cada país. Así, mientras que en España se considera estéril a la pareja que no concibe, e infértil a la que sufre abortos de repetición o no llega a conseguir gestaciones viables, en Estados Unidos no hacen esta distinción y aplican el criterio de sterility a la esterilidad o infertilidad irreversible, para la que no se conoce terapéutica alguna, e infertility a la disminución o ausencia de fertilidad, pero sin carácter irreversible. En el entorno anglosajón, a los abortos de repetición los denominan pérdidas gestacionales de repetición; de forma que incluyen las pérdidas reproductivas no solo del primer trimestre, sino también del segundo y tercero.
La esterilidad se define como primaria en aquellas parejas que nunca han logrado un embarazo, y como secundaria cuando después de una gestación transcurren uno o dos años sin que la pareja consiga un nuevo embarazo.
El aborto habitual o de repetición (infertilidad en España) se define según la OMS (Organización mundial de la Salud) como la pérdida consecutiva de tres embriones o más antes de la semana 20 de gestación, o cinco no consecutivos. La infertilidad se denomina primaria cuando la pareja no ha llegado a conseguir que algún embarazo concluyera con el nacimiento de un hijo vivo, y secundaria cuando los abortos repetidos se producen tras gestaciones que han evolucionado normalmente. Cuando estas pérdidas reproductivas ocurren en cualquier momento del embarazo, se habla de pérdidas gestacionales de repetición.
INDICADOR
El número de parejas que acuden al médico por problemas de fecundidad es muy inferior al de parejas estériles que existen, y se calcula que entre un 25 y un 50% de las parejas estériles no consultan (por desconocimiento, indiferencia frente a la procreación, falta de confianza en la posibilidad de recibir ayuda, temor a las exploraciones y tratamientos, así como por motivos económicos).
Texto y foto: Agencia