Por: Mario Barghomz
Cuando hablamos de dignidad nos referimos al derecho natural que posee una persona en su honor e integridad, al respeto y la libertad que merece todo individuo humano por el simple hecho de serlo. Pero en su raíz etimológica la “dignitas” también se refiere a aquello que se le confiere a una persona, a una sociedad o un pueblo para que en su atribución étnica, de raza, política o social, represente, compita o defienda un cargo, una lid o un derecho.
La dignidad en cuanto investidura social o humana puede ser depositada en la persona como en el caso de los dignatarios políticos que deberán ser dignos ante sus homólogos en posición, importancia y jerarquía. La dignidad de un atleta en una gesta olímpica o un representante social ante una situación determinada, serán también atribuciones conferidas o ganadas por sus logros.
Sin embargo, la dignidad de una persona más allá de cualquier logro atlético, intelectual o profesional, político, artístico o social, estará intacta desde su nacimiento. Y en este sentido ontológico, se es digno desde que se nace, sin mediar raza, virtud, condición, credo, aspecto, inteligencia o posición social. “El hombre –dice Séneca- debe ser siempre una cosa sagrada para el hombre”.
Pero la dignidad humana con la que se nace (dignus) o se otorgue (dignitas) corre siempre el riesgo de palidecer o perderse cuando la persona misma (o sociedad) se torne impía, cínica o desvergonzada, cuando su conducta transgreda la ley civil o divina a la que por derecho social y natural pertenece. Así como cuando se desvíe de todo código moral derivado de su propia ética en la que vive. Un asesino, violador o delincuente ante tales hechos y por tal motivo, estaría fuera o exento de ser digno, es decir, honorable, respetable y libre.
Pero también son los demás quienes suelen despojar de su dignidad a una persona humillándola, ofendiéndola, ignorándola, sometiéndola, exhibiéndola o ridiculizándola ante lo que creen o suponen que no merece, sin más argumento que su ignorancia. Los adolescentes suelen hacer esto en sus escuelas al despreciar a algunos por creerlos inferiores, tontos o poco aceptables para sus escrúpulos y su estupidez.
La aparición de la Bioética Médica en 1970 en la ciudad de Seattle en los Estados Unidos, significó precisamente anular aquellos privilegios que por diversos motivos, ciertos enfermos con falla renal crónica tenían con respecto a otros para que se les atendiera antes o dispusieran exclusivamente del procedimiento. Así apareció la necesidad de los comités bioéticos en las instituciones sanitarias para revisar, consensuar y aconsejar sobre asuntos humanos que rebasaban el ámbito de lo clínico, lo científico y lo estrictamente médico. Para la Bioética todo paciente, sea quien sea, es digno de ser atendido como todos los demás en el tiempo, lugar y la urgencia que se amerite sin menoscabo de su persona, su influencia o condición social.
La dignidad de un enfermo, de lo que sea que esté y sea quien sea, rebasa todo privilegio social y de capacidad económica, de relación mutua o cercanía con el médico en el momento de reconocerse una urgencia de atención y mantenimiento de vida. Estando exentas de toda dignidad la discriminación, la pobreza y la xenofobia.
Para la instancia bioética la dignidad es la esencia misma de su razón de ser en el cuidado, respeto, honor, autonomía, justicia y defensa que todo ser humano merece por el simple hecho de serlo.
Asimismo, la bioética hospitalaria debe ser ejemplo moral y ético de toda atención y servicio sanitario, público o privado, personal o comunitario.
En lo demás y aquello que quizá no muy bien entendemos por derivarse de lo ultraterreno, le dejamos a Dios sus propios casos sobre la dignidad de sus entes divinos. Adán y Eva, por ejemplo, que un día dejaron de ser dignos ante su creador para seguir viviendo en el paraíso, siendo expulsados por su desobediencia. O el caso de Moisés y su hermano Arón, uno sacerdote y el otro guía de su pueblo, que no fueron dignos de entrar a la tierra prometida.
La dignidad, asuntos de Dios y del mundo.