Por Gerardo Novelo
Hay esta anécdota, de esas que son verdades a medias pero se esparcen de todas formas porque dan más ganas creer la versión romántica de la realidad que la realidad misma, sobre la vez que el fundador de Netflix le dio la cara a Blockbuster.
Dicen que el futuro gigante se intentó vender a la cadena de renta, pero no le vieron potencial. Y todos saben qué pasó después.
La cosa es que no pasó así. En ese momento Netflix era un servicio de renta por correo. No tenía mucho que ofrecerle a Blockbuster: su catálogo y base de usuarios era una fracción de la empresa ya establecida.
Si algo tenía Netflix, era tener la mirada puesta en Internet. Su plataforma estaba lista para adaptarse al modelo streaming. Y eso no lo podía decir la competencia.
Blockbuster también tuvo su servicio de streaming. Al fin, lo que los mató fue el modelo de franquicia. Los dueños de las tiendas no tenían el más mínimo incentivo de vender la plataforma de streaming. Significaría perder sus cada vez menos clientes. Y así Blockbuster se ahogó a sí mismo.
Después de eso, ¿qué hizo Netflix para posicionarse como rey del streaming? No le dolió ser el primero en establecerse en el mercado. Encima de eso, fue la conveniencia de rentar desde tu casa al momento y el acceso a un gran catálogo, junto con el precio muy por debajo de una suscripción de cable, lo que cimentaron su triunfo.
Nadie en la competencia busca desplazarlo directamente. En cambio, se proponen como alternativas. Hulu tiene nuevos episodios de series a la semana de su estreno en televisión. HBO, como siempre lo ha hecho, se enorgullece del valor de producción de su contenido. En ningún otro lugar puedes ver Game of Thrones ni nada que se le parezca. Claro Video y Blim son contenido mexicano para el público mexicano. Filmin y Mubi son contenido más curado.
Lo que nos lleva a Disney+. La marca del ratón tiene algo que ninguna otra tiene: franquicias establecidas como ninguna otra. Star Wars, Marvel, Pixar, los clásicos de Disney, el catálogo de Disney Channel… aunque la variedad de su catálogo es más limitada en nombres, es difícil competir en cuán reconocibles son esos mismos.
La compra de Fox por Disney, por cierto, es interesante. Al ratón le importa su extenso catálogo, del cual se ha apropiado de Los Simpsons y Malcolm el de Enmedio para streaming. Será interesante ver cómo incorporan las otras propiedades conforme avance Disney+, si diluyen la esencia de las otras marcas Disney, o si toman un camino alterno para explotarlas.