El número uno mundial del tenis, Novak Djokovic, llegó a Belgrado ayer tras haber sido expulsado de Australia. En tanto, el gobierno francés precisó que se le pedirá a todos los deportistas, galos o extranjeros, estar vacunados, para ingresar.
Según dos fuentes del aeropuerto de Belgrado, el serbio de 34 años llegó a la capital del país de los Balcanes a media jornada, pero inmediatamente dejó el lugar por una puerta secreta.
Decenas de aficionados se habían agolpado delante del aeropuerto para recibir a su ídolo, agitando con entusiasmo banderas serbias.
Novak es el número uno para nosotros y para todo el mundo. Gane o pierda, le apoyamos”, dijo a la AFP Djurdja Avramov, cuyo hijo llevaba una camiseta con un corazón y la palabra “Nole”, el apodo de Djokovic en Serbia.
Soy una fan y lo que le han hecho es vergonzoso”, añadió Dragica, una jubilada que no quiso dar su apellido. “Lo amo. Tengo 71 años y molestias en los pies, pero he venido de todas maneras”, dijo.
Novak ha ganado, es la victoria del bien sobre el mal”, se podía leer en una pancarta exhibida por Svetozar Alimpic, un comerciante de 56 años.
Su carrera deportiva podría verse afectada por este caso.
La autoridades francesas hicieron saber ayer que todo deportista que venga del extranjero deberá ser vacunado para participar en el país, lo que deja planear una duda sobre si eventual presencia en Roland-Garros.
Asimismo, el torneo australiano comenzó ayer sin su estrella principal, quien lo ha ganado en nueve ocasiones.
La salida de Djokovic se dio tras una disputa legal con las autoridades australianas que polarizó la opinión mundial.
Texto y foto: Agencias