Visitantes locales y extranjeros activan los comercios y servicios del sector de playa, con notable asistencia de familias y grupos de jóvenes
Decenas de personas llegaron ayer al puerto de Progreso a pasar un día de playa en familia, en el marco de un intenso sol, blanca arena, las animada música de la zona de restaurantes y bellas mujeres que lucieron bikinis y tatuajes.
Y con todo que el astro rey castigó a los visitantes que vinieron al puerto de Progreso, no les importó a los paseantes que llegaron buscando una palapa, una palmera o un lugar donde resguardarse del intenso sol, que brilló en todo su esplendor.
Durante un recorrido por la playa se pudo observar buen movimiento en la zona de restaurantes, pues alrededor de las 13:00 horas no había una sola mesa ni palapas desocupadas.
Los estacionamientos resultaron insuficientes para dar entrada a los numerosos vehículos de los comensales, debido a que toda la zona del malecón estuvo complemente llena, por lo que muchos tuvieron que caminar más de cinco cuadras para llegar a la playa.
Los visitantes que arribaron con sus neveras y viandas buscaron un lugar donde evitar los intensos rayos solares, debido al cielo despejado, pues no hubo nubes que proporcionen un momento de sombra natural.
Texto y foto: José Luis Chavarría
