A un año de su adiós recordamos a Don Alberto Buenfil Valero, nuestro Director General

Debimos publicar alguna entrevista antes. De hecho, estaba planeada para salir en el marco del décimo aniversario de este periódico, pero nuestro director general por siempre, Alberto Buenfil Valero –don Beto para todos y todas en el periódico–, hizo todo lo posible por evitarla.

Para revisar planas, supervisar rutas y tener juntas con toda la redacción, siempre hubo tiempo, pero sólo mencionarle la entrevista era una suerte de conjuro para que los pendientes afuera se le multiplicaran como panes o simple señal para concluir la jornada de trabajo y salir a toda velocidad por la 64.

En realidad, aquella actitud de don Alberto proviene de una vieja enseñanza no dicha entre los viejos lobos del periodismo: los directores no figuran.

Cierto, algunos no la siguen, pero muchos otros, antes muertos que salir retratados en las planas de sus rotativos. Amarán la noticia, pero no soportan ser parte de ella. En casa del herrero, azadón de palo.

¿Hemos olvidado a don Alberto después de un año? Es una tarea imposible. Basta pasar por la antigua oficina de la planta baja para mirarlo sentado en el escritorio grande de cristal: camisa de botones, bien peinado y contestando una llamada tras otra. Le gustaban las cosas para ya… ¿querían ponerlo de malas? Atrasen las cosas. “Si no le ponen fecha a las cosas, no salen. Pónganles fecha”.

Don Beto, hombre tenaz, perseverante, dándolo todo por lo que quería…. (incluso ponerse a hacer cualquier trabajo, desde manejar una grúa  hasta cortar papel) para él no había imposibles, de gran corazón, siempre buscando ayudar al que lo necesitara.

En ediciones anteriores publicamos un pensamiento de su autoría que no queremos dejar de recordar: “Lo que buscamos en Punto Medio es que siga siendo una alternativa informativa valiosa para todos los yucatecos. Entendemos que hay otras ofertas, pero le estamos poniendo alma, vida y corazón a este proyecto para, poco a poco, ir creciendo en la preferencia del público. Por ello, aquí es una regla que todas las voces, todas las opiniones, tienen espacio. Lo hicimos en las elecciones y lo seguimos haciendo ahora. ¿Quién tiene la verdad? Es difícil saber, pero hay que preguntarles a todos y todos tienen que hablar. Tenemos que seguir siendo un periódico que se comprometa con las causas que interesan a la ciudadanía: equidad de género, ecología, cambio climático, pero también política, cultura, religión, sociales… ningún tema debe quedar fuera de nuestras páginas. Si Punto Medio es balance, todo debe entrar: las versiones a favor y las versiones en contra. No puede existir la democracia, si no se da la pluralidad y eso sólo se consigue escuchando a todos”.

A un año de su partida, la ausencia de don Alberto sigue siendo imborrable. Sin embargo, continuamos en esta lucha que él inició.

Aquí seguimos, don Beto, porque sabemos que usted así lo hubiese querido, y aquí seguiremos para ponerlo orgulloso.

Texto: Redacción

Fotos: Archivo