Armando Escalante
Periodista y analista político
De algo sirve escuchar todos los días “las mañaneras” de Gerardo Fernández Noroña, sólo que él por razones laborales las presenta en las tardes porque trabaja de diputado federal por el PT (y de Morena) y también lo hace para no quitarle raiting al inquilino del Palacio Nacional… que ese si no tiene nada que hacer desde que abre los ojos hasta que se duerme casi a las 21:00 horas.
En una de sus peroratas de Noroña —más ligeras de digerir y concretas que las aburridisimas disertaciones llenas de mentiras de Manuel López—, tuvo el atrevimiento de leer la pregunta de un fan suyo en YouTube: ¿qué opina del asesor español que se trajo Claudia Sheimbau, contratado por dos millones de dólares?. De primera impresión, el legislador alzó las cejas con el dato duro y a botepronto, sin más pausa, se atrevió a vaticinar que “la carrera de Claudia Sheimbau literalmente se habría acabado” de ser cierto que la jefa de gobierno —corcholata mayor— se trajo de España al consultor que le costará a las arcas capitalinas una cuantiosa suma que no es de dos sino de tres millones de dólares como reveló el analista político y económico Darío Celis, articulistas mejor informado de El Financiero.
Antes, el diario español El País, dio a conocer que Antonio Gutiérrez Rubí el estratega político que llevó a Gustavo Petro a ganar las elecciones presidenciales en Colombia, se incorporará al equipo de Claudia Sheinbaum. “El analista y consultor trabajará en el área de comunicación de la jefa de Gobierno de Ciudad de México, según ha confirmado a este diario, aunque no ha querido dar más detalles sobre su papel. La incorporación se ha concretado después de varias reuniones en la capital mexicana, tras la victoria de Petro en Colombia”, según explica el autor de la nota, Francisco Manetto, corresponsal en México.
Enseguida de esa publicación las reacciones surgieron: el analista de El Financiero escribió que “la contratación de Gutiérrez Rubí, que acaba de llevar a la presidencia de Colombia a Gustavo Petro, también cayó de sorpresa entre los ultras del gobierno de la 4T afines a la jefa de Gobierno de la CdMx.
Darío Celis agregó: “el asesor, que según trascendió cobrará de entrada unos tres millones de dólares, lo mismo ayudó a Felipe González y el Partido Socialista Obrero Español que a José María Aznar y el Partido Popular”.
—Es una empresa de comunicación: Gutiérrez-Rubí trabaja para quien le pague, es un comunicador que no involucra sentimientos, a diferencia de Monedero, que se ha convertido en el vigía de la izquierda latinoamericana”.
Volviendo a Noroña, tras su vaticinio sobre la Sheimbau y el fin de su carrera, matizó: “debe ser una mentira”.
Por nuestra parte, estamos seguros que Darío Celis tiene la razón: deben ser tres millones de dólares porque tampoco es mucho dinero. Equivalen a 60 millones de pesos como los que se han “quemado” aquí en Mérida algunos candidaros perdedores que además, podrían volver a hacerlo, sin mayor problema.
El xix.— Todas las encuestas que han estado “revoloteando” en las redes confirman que Morena capta mayores preferencias para ganar las elecciones en el estado, seguido muy cerquita del PAN. Pero apenas se ponen nombres de candidatos el ganador es Renán Barrera, quien parece que no se inmuta frente a las cifras; ni caso les hace. En los muestreos hay otro hecho relevante: el Laet Joaquín Díaz Mena va sólo en las preferencias morenistas. Ha trascendido que el buen “Huacho” no será despechado por López Obrador en esta segunda oportunidad, sobretodo cuando los priístas allegados de Rolando Zapata Bello —así con todas sus letras— siguen ingresando a ese partido con intenciones de tener un pie dentro, en caso de que lo necesiten. Sobra decir que el exgobernador —fiel a su estilo simulador— escribe una columna en un diario capitalino a favor de las alianzas pero en mi opinión, él lidera un movimiento al interior del PRI para impedir que se alíen con el PAN. Los rolandistas ya vieron que las encuestas dicen que ir en Alianza haría ganar a Renán y eso los enoja. Así que harán todo porque eso no pase, imponer a un candidato chafa por el tricolor que perderá obviamente, para meterse con todo en apoyo de Morena —hasta donde puedan— y de paso golpear al puntero para impedir que gane. Es probable incluso que maniobren con una camiseta verde pero más ecológica.