A nivel nacional, la marihuana es la sustancia ilícita más decomisada; el Centro de Integración Juvenil, que dirige Modesta Rivero Cruz, reporta que en el estado ligeramente se atienden más a consumidores de la droga sintética; en lo que va del año se han atendido a 76 pacientes por drogadicción en la entidad
Aunque a nivel nacional la marihuana es la sustancia ilícita más decomisada, el Centro de Integración Juvenil (CIJ) reportó que en Yucatán los que son atendidos en el citado lugar los adictos a cristal superan ligeramente a los que se atienden por consumo de la marihuana.
De acuerdo con un reporte realizado por la directora del CIJ, Modesta Rivero Cruz, en lo que va del año –de enero hasta los primeros días de este mes– se atendieron a 76 pacientes, los cuales 36 fueron porque eran consumidores de la citada droga sintética, mientras que la conocida como la “hierba ceremonial” o “del Diablo”, fue 35. De los atendidos fueron 53 hombres y 23 mujeres, por lo que otro dato que arroja es que también ha habido un aumento de consumo en las mujeres.
Mientras que personas que tenían adicciones en alcohol fueron 25, en tabaco (22), en crack (9), cocaína en polvo (2), por ansiedad (5) y depresión (6).
En tanto, en la unidad ubicada en Periférico se atendió 69 personas: 24 mujeres y 45 hombres, donde 14 fueron por consumo de cristal y 29 por cannabis.
De acuerdo con datos oficiales del Gobierno Federal, la marihuana es la sustancia ilícita más decomisada en el actual gobierno, seguida de la metanfetamina, la cocaína y, en menor medida, el fentanilo. Mientras que la primera es considerada como una droga tradicional, las otras tres son sintéticas, por lo que se requieren de ciertos precursores químicos para su elaboración.
De diciembre de 2018 a febrero de 2024 se han asegurado 754 mil 358 kilogramos de marihuana en territorio mexicano.
Los años en los que se aseguró la mayor cantidad de marihuana fue 2020 y 2019, cuando se interceptaron 246 mil y 226 mil kilos de dicho enervante. En 2021 fueron 90 mil, en 2022 se contabilizaron 69 mil y en 2023 se aseguraron más de 94 mil kilos.
En ese mismo periodo, las fuerzas del orden erradicaron 77 mil 759 plantíos de marihuana a lo largo del país, lo que se traduce en más de 10 mil 400 hectáreas.
La metanfetamina es la segunda droga más decomisada en México. En los últimos cinco años se han asegurado 645 mil 351 kilos. Tan solo en 2023 fueron más de 403 mil kilos.
En tercer lugar se ubica la cocaína. Entre 2019 y 2024 se aseguraron 194 mil 728 kilos. En 2019 se decomisaron 19 mil kilos, pero para 2023 dicha cantidad había aumentado cuatro veces.
En cuanto al fentanilo —el mortal opioide sintético que ha provocado una crisis de salud pública en Estados Unidos (EE.UU.)—, se han asegurado 8 mil 206 kilos, lo que equivale a casi una centésima parte de la marihuana asegurada.
Rivero Cruz explicó que el cristal es considerado una droga emergente que ha desplazado a la marihuana, cada vez más jóvenes son presa de la droga sintética y lo peor es que se reduce las edades de las personas que lo consumen.
Señaló que estos las consumen por curiosidad, influencia de un amigo, pero es una droga muy adictiva ya que ataca al sistema nervioso central. Entre los síntomas que presentan las personas que la consumen figuran: baja de peso, cambio de estado de ánimo, agresividad y falta de apetito.
Mencionó que también cada vez atienden a más personas que son de los municipios, lo que demuestra que el consumo atrapa a más gente del interior del Estado.
Exhortó a los padres de familia a que no sean pasivos con esta situación y que supervisen a sus hijos, que pongan límites, reglas claras como horarios de entrada y salidas a la casa, estar al pendiente de los amigos que los rodean.
Ante la más mínima sospecha de que se consume, recomendó actuar de manera inmediata porque la droga es sumamente adictiva.
Programa preventivo municipal
Actualmente se realiza un programa preventivo municipal llamado Dare, donde oficiales de la policía meridana enseñan los riesgos y consecuencias de las drogas a estudiantes de 710 escuelas del municipio, quienes en algunos casos revelan a los instructores que familiares y conocidos les invitan a consumir enervantes.
Se enseñan a los chicos a decir no, sin culpas, a cualquier presión de consumir drogas.
El programa Dare, que por sus siglas en inglés significa “Educación Preventiva contra el Abuso de Drogas”, nació en Los Ángeles en 1986 para enseñar a los chicos a resistir la presión a experimentar el consumo de sustancias adictivas. Llegó a Mérida en 2008.
Al respecto, la presidenta del Patronato Dare, Margarita Díaz Rubio de Ponce, señaló que con el programa se les muestra a los estudiantes la forma en que les puede llegar las drogas y que consumirlas es un espejismo.
Dijo que el flagelo aprovecha de las familias disfuncionales o que también ambos trabajen y esto propicia que se descuiden a los hijos. En el caso de las familias disfuncionales se carece de valores y son frágiles para contener a las drogas.
Sobre el fentanilo, indicó que es probable que haya, aunque no se ha detectado, sin embargo, hay que evitar el problema.
Refirió que el programa Dare es un granito de arena en este mar turbulento, hay que ponerlo y si no se hace se agiganta el problema.
En tanto, el presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, Gerardo Pineda Martínez, resaltó la importancia de que los niños estén informados, que sepan el impacto en su salud, el consumo de droga ya es una alerta que está bien documentada y las complicaciones que genera para el desarrollo de la persona.
“El cerebro se daña, hay una baja en la capacidad de concentración, aprendizaje, si los chicos saben que estos impactos se darán cada vez que consuman alguna sustancia, de entrada, les da una alarma”, aclaró.
Dijo que el primer contacto con la droga suele ser una invitación, por eso es importante que estén advertidos, que en ocasiones no es sólo es una invitación sino es un reto, en el que pueden caer por la presión social, pero si sabes del daño, el joven pensará que no le entra a la droga porque causa daño.
Añadió que hay un aumento de consumo de drogas en los jóvenes, hay una realidad a considerar, las familias están dispersas, los papás trabajan, los chicos en ocasiones regresan de la escuela solos, pasan mucho tiempo solos.
“Hay una falta de apoyo de respaldo emocional, se deprimen, se reúnen con otros chicos que pueden estar en la misma situación y si alguien llega y les ofrece algo para que salgan de ese estado de tristeza lo van a querer agarrar, hay una vulnerabilidad en la infancia y la juventud y con esto se les olvida”, puntualizó.
Reportan más internos
Por su parte, un directivo del anexo Despertar Espiritual, que tiene 16 años de ayudar a las personas a rehabilitarse, reportó que ha aumentado en un 60 por ciento las personas que se internan para dejar las adicciones.
El tratamiento consiste en internarse por seis meses, que es el tiempo en el que organismo deja de reconocer la droga, pero esto propiciará depresión y agresividad por parte de la persona.
Señaló que un alto porcentaje de los que ingresan logran su recuperación, desearían que sea el 100 por ciento, pero esto es complicado porque la persona tiene que incorporarse a su vida cotidiana y hay el riesgo de que reincida.
Texto y fotos: Darwin Ail