Por Jesús Gómez
Fotos: Cortesía
ANTE EL CRECIMIENTO notable de enganchadores turísticos en el Centro Histórico de la ciudad, el presidente del Consejo Empresarial Turístico de Yucatán, Jorge Escalante Bolio, criticó que hasta el momento no se haya atendido este problema añejo, el cual pareciera no se contempla en la ley o existen lagunas en la misma que lo permiten.
En entrevista para Punto Medio comentó que este problema es complejo, tan es así, que desde la ciudad de San Cristóbal de las Casas se recluta gente que, por 180 pesos, viene a Mérida como enganchadores o como ambulantes, afectando al comercio establecido.
Por lo anterior, mucho se ha hecho para que las autoridades estatales y municipales atiendan el problema con los enganchadores, sin tener respuesta.
–En el caso de los enganchadores llevan al turista a lugares donde los productos o no son de buena calidad, o los venden a un precio muy superior al justo. Entonces, un turista, a quien nos cuesta mucho tiempo, dinero y trabajo traer, se topa con un engaño que perjudica a todos –expuso.
Y el problema no queda ahí, esos mismos turistas que se dan cuenta de haber sido estafados, cuando llegan a sus destinos también lo comentan y así como la buena publicidad de boca en boca es la más efectiva, la mala publicidad de boca en boca, también. “Es un problema serio”, enfatizó.
Escalante Bolio no quiso calificar de desidia el actuar de las autoridades o que las leyes no son las correctas para poder actuar, –porque realmente uno acude a las autoridades y lo que nos muestran es que hay interés pero los resultados no se ven–.
–Yo me pregunto si tenemos las leyes adecuadas para que los funcionarios del gobierno puedan actuar o las leyes están tan mal hechas que tienen tantas lagunas que permiten este tipo de actividades. Lo que sí puedo decir, es que no actúan con prontitud y tampoco hay resultados –comentó.
Insistió que, ante la falta de acción, los comercios formales están sufriendo y los que se dedican a la actividad turísticamente seria sufren con los comentarios negativos de los clientes que se engañan.