Duolingo: ¿herramienta útil o pérdida de tiempo?

Por: Marcial Méndez

El año pasado comencé a estudiar japonés y, como muchos otros neófitos de un nuevo idioma, acudí a Duolingo como mi primera herramienta extracurricular para auxiliar mis clases y libros de texto. Popular, gratuita y con un excelente diseño de interfaz y experiencia de usuario, la antedicha aplicación es, probablemente, el recurso más accesible para todo aquel que esté dando los primeros pasos hacia el aprendizaje de un nuevo idioma, pero, ¿qué tan útil es en realidad?

Yo utilicé Duolingo alrededor de 3 meses y fracción, entre septiembre y diciembre del 2019. En ese lapso, completé su curso de japonés e inclusive lo seguí utilizando un poco más después de eso. ¿La razón? La experiencia de usarlo era simplemente muy placentera: el cómo Duolingo aplica los principios de la ludificación para mantener a sus usuarios enganchados con sus cursos es muy gratificante: la forma en la que la app mide tu progreso con niveles, monedas, experiencia y demás índices te mantiene motivado a seguir usándola y, si eres constante y dedicado, inclusive a competir con otros usuarios. Sin embargo, esa cautivadora sensación de progreso dentro de Duolingo es engañosa: se siente como un signo de avance en el aprendizaje del idioma, pero en realidad solo representa qué tan lejos ha llegado uno dentro del sistema de la aplicación, el cual podrá ser atractivo, pero para nada óptimo.

El problema se hace evidente con el tiempo, una vez que se reemplaza Duolingo con otras herramientas y metodologías. En diciembre, habiendo terminado el curso de Duolingo y abandonado la aplicación en el olvido, sentí, en múltiples ocasiones, una tremenda satisfacción al poder identificar en mis clases palabras y estructuras gramaticales simples que ya conocía gracias a Duo. Sin embargo, el gusto me duró poco. Conforme empecé a estudiar nuevos libros y a seguir nuevas guías, no tardé en percatarme que mi conocimiento del japonés avanzaba con mucha más rapidez de lo que lo había hecho durante el tiempo que estuve usando la aplicación casi exclusivamente.

Para concluir: Duolingo sí enseña, pero enseña poco y muy lento. Sin embargo, su mayor problema es el cómo disfraza eso mediante su comodidad y diseño de experiencia, factores que mantienen enganchados a sus usuarios a un sistema que, por muy entretenido que sea, no funciona bien y termina por ralentizar el proceso de adquisición de su nuevo idioma. Si estás considerando comenzar a aprender una nueva lengua en esta cuarentena, no lo hagas con Duolingo.

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