En su momento, el lugar llegó a tener hasta 60 mil habitantes, y en la actualidad Chablekal tiene solo 3,600
El pasado lunes tuvimos la oportunidad de visitar la Zona Arqueológica de Dzibilchaltún, donde, como hemos publicado, inició la construcción del Museo de Sitio que se espera entre en funcionamiento a partir del mes de diciembre de este año.
Sin duda es muy buena la noticia, porque dará un impulso importante en cuanto a las visitas para esta urbe maya, que en su momento de mayor esplendor, según los arqueólogos del lugar, llegó a tener hasta 60 mil habitantes, una cifra bastante alta si la comparamos con la cercana población de Chablekal, que tiene 3,600 pobladores.
Es por esta razón que a principios del siglo XVI, entre los años 1550 y 1560 d.C., se edificó una capilla de indios dedicada a Santa Úrsula, que con recursos del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), fue objeto de conservación y restauración al igual que el Templo de las Siete Muñecas y la Estructura 44.
En los trabajos a cargo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah), encabezados por la arqueóloga María Fernanda Escalante Hernández, se incluyeron los vestigios de la Casa Cural, que se encuentra a un costado y en cuyos alrededores no se han encontrado indicios que indiquen que contó con techo de mampostería.
Más adelante, frente a otra estructura 44, se puede ver una antigua entrada a lo que era una Hacienda Ganadera que funcionó a principios del siglo XIX en este lugar junto al cenote Xlakah, que en la actualidad se encuentra contaminado y cerrado completamente al público, pero que en su momento fue parte importante para que el sitio tuviera la población tan grande que alcanzó.
Al respecto, el antropólogo Ángel Góngora comentó de la existencia de un antiguo edificio conocido como el Palacio y que llegó a tener hasta 25 habitaciones en las cuales habitaban los nobles o la gente de gobierno en aquel entonces. Lo llamativo del caso es que todas las puertas o los cuartos comunicaban hacia una especie de patio trasero que a su vez comunicaba con otro con otra área, en este caso dedicada a lo que es el culto religioso.
Durante el recorrido nos platicó el arqueológo Ángel que en varios de los cuartos se encontraron muchas tumbas que se supone eran de las personas que habitaban en el lugar y que como antes ha mencionado, eran los representantes de la clase gobernante en este sitio.
Fue en el edificio conocido como la estructura 42 donde en el año de 1998, se halló un entierro del que los especialistas consideran fue el principal gobernante del lugar en el momento en el que se convirtió en una capital, esto entre los años 770 y 990 d.C.
“Kalomté Cham Cham era el Rey de Reyes, gobernó antes del año 831 d.C. y su entierro fue encontrado con varias vasijas, un total de 16, y dentro de cuatro ollas principales más una más grande que contenía los huesos de este personaje que sabemos fue quemado”, explicó el arqueológo Góngora, quien detalló que dentro de las ollas se hallaron ofrendas de Jade, concha y un hueso de un venado que tiene grabada una escena de un personaje del inframundo relacionado con el Jaguar, y con un texto que tenía 12 bloques jeroglíficos con el nombre del personaje y el nombre del sitio: Ichcaanzihó.
Actualmente, una parte está en el Palacio Cantón, pero la mayoría de las piezas se resguarda en las bodegas de la Zona Arqueológica de Dzibilchaltún en espera de que se termine el Museo de Sitio para exhibirlas.
Texto y fotos: Manuel Pool