El Estado tiene el PIB más bajo del país y no cuenta con una base industrial significativa, debido a que todavía sigue atado a una estructura económica relacionada con Petróleos Mexicanos y programas federales
Campeche sigue atado a una estructura económica dependiente de Petróleos Mexicanos y del presupuesto federal. Ni siquiera la Secretaría de Desarrollo Económico del estado parece apostar por un cambio de fondo. Su titular, Jorge Luis Lavalle Maury, reconoció que la llamada “diversificación económica” no proviene del impulso privado, sino de proyectos financiados por el Gobierno de la República.
Hace unas semanas la gobernadora Layda Sansores admitió durante su tradicional “Mañanera del Pueblo” que Campeche es el estado con el PIB más bajo del país y sin una industria significativa, pero aseguró que la transformación llegaría de la mano de la Cuarta Transformación.
El pasado viernes, Lavalle Maury habló de diversificación, pero no se refirió a nuevas inversiones, empresas ni innovación comercial. Al contrario, su visión se centró en iniciativas gubernamentales como Vivienda para el Bienestar, la instalación de una planta pasteurizadora, el Polo de Desarrollo y el Plan México.
Esta postura evidencia que el Estado continúa atado a los recursos federales como motor económico. La apuesta por la inversión privada, el emprendimiento local o la atracción de capital externo parece estar, una vez más, fuera del plan del gobierno estatal.
A nivel nacional, los datos tampoco son alentadores. De acuerdo con cifras preliminares del Inegi, la actividad económica en México registró una contracción interanual del 0.3 por ciento en mayo de 2025, según el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (Ioae).
Este indicador, que anticipa el comportamiento del Igae entre cinco y ocho semanas antes de su publicación oficial, refleja una desaceleración que contrasta con las proyecciones optimistas del gobierno de Claudia Sheinbaum, que espera un crecimiento de entre 1.5 por ciento y 2.3 por ciento para este año.
No obstante, organismos internacionales han matizado esos pronósticos. El Banco Mundial recortó su previsión a apenas 0.2 por ciento; el Imef la dejó en 0.1 por ciento y la Ocde, que en principio calculaba una contracción de 1.3 por ciento, ahora proyecta un ligero crecimiento de 0.4 por ciento. Estas variaciones responden tanto a factores externos —como los ajustes comerciales en Estados Unidos— como a decisiones internas, entre ellas la reforma al Poder Judicial.
En este contexto, Campeche enfrenta el reto de romper con su dependencia histórica y construir una economía capaz de sostenerse más allá del petróleo y los programas federales.
Texto y foto: Agencias




