Editorial

Recibir fajo de billetes en un sobre (maleta, maletín, costal o lo que sea), ¿constituye un delito? ¿Cuál es el monto mínimo para que esto sea algo malo e inmoral?

Estas son algunas de las cosas que se ha de estar preguntando la ciudadanía luego de la explicación que dio ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador en la Mañanera para justificar que su hermano Pío haya recibido fajos de billete por parte de David León, quien era asesor de comunicación social de (ni más ni menos) el exgobernador Manuel Velasco.

Lo primero que dijo el Presidente de la República fue que el monto de lo que recibió su hermano no se compara con lo estafado en el caso Odebrecht (aunque de eso se dio cuenta cualquier persona que sepa contar) y que en su caso fueron apoyos que daba la ciudadanía. Habrá que analizar estos dos puntos por separado.

Lo primero que debe entender el mandatario es que no importa el monto, sino el hecho como tal y por lo tanto da igual que sean 200 millones de dólares o dos millones de pesos (como si fuera cualquier cosa), al final es dinero recibido por charolazo y en ambos casos al parecer sirvió para campañas políticas.

Por otro lado, si el dinero era de procedencia lícita y además con tan nobles intenciones por parte de la ciudadanía, entonces ¿por qué lo tienen que entregar en lo oscurito? ¿Para qué querría David León grabar el hecho?

Para combatir la corrupción se tiene que estar limpio de toda duda… Y en este momento tenemos muchas.

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