Editorial

El coronavirus ha provocado que mucha gente haya dejado de tomar en cuenta cuándo es lunes, jueves o domingo, ya que todos los días en casa son exactamente iguales.
Esto lo vemos de manera especial en la Semana Santa, que en otros años resultaban ser un bálsamo y días de descanso para muchos yucatecos, quienes aprovechaban para vivir su fe o para simplemente pasarla en familia, pero en esta ocasión si bien esta festividad religiosa sigue siendo importante para los católicos, no ha representado cambio en la rutina diaria.
La suspensión o desarrollo a puerta cerrada de los vía crucis vivientes obligarán a muchos fieles a vivir de otro modo su experiencia religiosa de Viernes Santo. Sin duda, una de las mejores formas de hacerlo es convivir en familia.
Qué mejor forma de vivir esta Semana Santa que recobrar sensaciones perdidas. Pasar el tiempo con tus hijas o hijos, sus padres, pareja, y hacer todas esas cosas que hace mucho tiempo no hacías, cómo rezar con ellos, leer juntos o convivir en juegos de mesa.
En fin, sabemos que la reclusión puede hacer que perdamos la noción de las horas, los días y las fechas, pero lo que no debemos olvidar es ver la vida de manera positiva y estas fechas de espiritualidad para un gran sector de la población es un buen momento para recordarlo.

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