Editorial de Peninsular Punto Medio

Sorpresa, en primer lugar y después, indignación, frustración y coraje, hay que reconocerlo, nos provocó la noticia que comenzó a regarse ayer por la mañana en el sentido de que el compañero periodista Jaime Vargas Chablé fue agredido con arma blanca en su propia casa.

Su situación médica, de acuerdo a lo que dijo su esposa en una transmisión en vivo, era delicada, aunque pudo rendir su declaración ante las autoridades desde el hospital en el que fue internado.

Vargas Chablé, nativo de Emiliano Zapata, Tabasco, es director del portal de noticias El Tizón (www.eltizon.mx) y atraviesa por un problema grave de salud, por lo que esa agresión es terrible y pone en riesgo su vida.

El agresor, conocido de la familia, pues fue compañero de su hija en la secundaria (de acuerdo a la misma fuente), fue detenido por familiares y amigos de Jaime y entregado a las autoridades. Pronto debe ser llevado ante el Juez de Control por el delito de tentativa de homicidio.

La agresión generó varias versiones por la mañana, aunque ya por la tarde se conocieron detalles que derivaron los hechos a un tema particular en el que no tiene nada que ver la actividad profesional del compañero, aunque no es la primera vez que es agredido por su labor informativa, como la que le ocurrió hace 20 años.

Compañeros reporteros, comunicadores, legisladores locales, partidos políticos y cientos de amigos por redes sociales, a través de mensajes y llamadas telefónicas se solidarizaron con Jaime y le desearon pronto recuperación.

Desde este medio también nos unimos en favor de la salud de Jaime Vargas y para su agresor todo el peso de la ley.